La peligrosa relación entre los futbolistas, el alcohol y los autos
El fatal accidente protagonizado por los audinos Rodrigo Holgado y Manuel Fernández se suma a un extenso historial de situaciones protagonizadas por jugadores del ámbito nacional.
El choque con consecuencias fatales que protagonizaron Rodrigo Holgado y Manuel Fernández es apenas uno más del largo historial que involucra tres variables que, juntas, terminan resultando explosivas: los futbolistas, los automóviles y el consumo de alcohol. Holgado pasará en las próximas horas a control de detención como imputado por conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte, una situación judicial compleja, pero que no resulta única.
El más bullado de los casos involucró a Arturo Vidal. En plena disputa de la Copa América de 2015, después de una jornada libre que concedió el técnico Jorge Sampaoli tras el empate frente a México, el 16 de junio, el ahora mediocampista del Barcelona concurrió con familiares y amigos al casino Monticello. De vuelta, manejando en estado de ebriedad, el volante estrelló su Ferrari. De milagro, ni él ni sus acompañantes sufrieron lesiones. Vidal fue perdonado por el seleccionador y siguió siendo fundamental de la Roja que terminó consiguiendo su primer título continental.
El historial es más amplio en el caso de Gary Medel. En enero de 2009, el Pitbull sufrió un grave accidente en plena ruta 68, por la que se trasladaba desde Viña del Mar hacia Santiago. Cuando recién se consolidaba en el plantel de la UC, volcó en una Toyota Rav 4 que terminó destruida después de dar dos giros en el aire. Medel salió expulsado a través del parabrisas por 15 metros y debió ser trasladado hacia la posta de Curacaví y luego al Hospital Clínico de la Universidad Católica en Santiago. Había sufrido un politraumatismo y un TEC simple, consecuencias bastante menores para la magnitud del impacto. Eso sí, esa vez, no se detectó consumo de bebidas alcohólicas.
El 1 de junio del mismo año, cuando en la banca de la Roja estaba Marcelo Bielsa, el volante Marco Estrada protagonizó el primer acto de indisciplina grave del ciclo: fue detenido en Lo Barnechea por conducir bajo la influencia del alcohol. La selección chilena no estaba bajo régimen de concentración por lo que el entrenador no lo sancionó y terminó respaldándolo.
Siempre lo mismo
Ese mismo año, Johnny Herrera enfrentó una de las situaciones más duras de su vida. El meta de Universidad de Chile atropelló a Macarena Casassus, quien murió en el accidente. Herrera fue formalizado por cuasidelito de homicidio. Conducía a exceso de velocidad y también con alcohol. Su licencia de conducir fue suspendida y debió pagarle $ 25 millones como indemnización a la familia de la joven. Tres años después, el golero fue detenido en Maitencillo, otra vez manejando bajo el efecto de bebidas alcohólicas.
En junio de 2017, quien incurrió en infracciones fue Eugenio Mena. Antes de que la Roja viajara a disputar la Copa Confederaciones, el porteño fue detenido por manejar bajo la influencia del alcohol y a exceso de velocidad en Curacaví. “A las 23:30 horas de ayer en el kilómetro 31 de la Ruta 68 fue detenido el jugador de fútbol profesional Eugenio Mena Reveco, quien conducía a 166 kilómetros en zona de 120 e iba con 1.16 grs litro. Quedó citado previa comprobación domicilio”, informó entonces Carabineros. El lateral izquierdo, quien ahora actúa en Racing, optó por la suspensión condicional del procedimiento y pagó tres millones de pesos por los costos del proceso. Además, donó un millón y medio más a los bomberos de la comuna y la misma cantidad a la Unidad de Discapacitados de la localidad.
En el mismo mes y año, el volante de Colo Colo Esteban Pavez también llegó hasta una unidad policial. El mediocampista, parte de la última convocatoria de Reinaldo Rueda, se fugó después de protagonizar un accidente. Carabineros lo persiguió durante largo rato por la comuna de Ñuñoa. Para detener la marcha del vehículo, los efectivos de la policía uniformada debieron dispararle a los neumáticos. Pavez fue detenido.
En marzo del año pasado, quien se vio envuelto en líos fue Benjamín Vidal. El defensor, quien entonces militaba en Universidad Católica, conducía en estado de ebriedad y perdió el control de su vehículo, con el que fue a dar al canal Las Perdices. No sufrió lesiones.
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