La petición de Gustavo Álvarez que sorprendió al plantel de la U en plena celebración en el camarín del Monumental

Gustavo Álvarez puso mesura tras el triunfo de la U sobre Colo Colo en el estadio Monumental.
Gustavo Álvarez puso mesura tras el triunfo de la U sobre Colo Colo en el estadio Monumental. Foto: Agencia Uno.

A pesar de la importancia de dejar atrás una marca de 23 años sin ganar en Macul, el técnico de los azules conversó con el plantel para pedirles mesura. Incluso, les suspendió el día libre del lunes.



Sé que es partido muy importante, pero espero quedar en la historia del club por algo mucho más importante que poder ganar ese partido”, así arrancó Gustavo Álvarez la conferencia previa al Superclásico entre Colo Colo y Universidad de Chile que se disputó el domingo en el estadio Monumental.

Con estas palabras, el técnico de los azules comenzaba a plantear parte de su estrategia para superar al Cacique, situación que se pudo dar con la anotación de Israel Poblete en los 29′.

La idea del argentino desde el principio fue imponer tranquilidad a sus jugadores para alejarlos de la presión que le ponía la estadística y los propios hinchas con el fin de que sus dirigidos se mantuvieran centrados en el trabajo y la planificación de la semana que, tras los 90 minutos, resultó ser positiva.

Con el pitazo final del juez José Cabero comenzaron las manifestaciones de alegría en el plantel universitario. Los futbolistas se reunieron dentro del terreno de juego, felicitándose por haber conseguido la victoria que tantos planteles buscaron sin éxito.

Minutos más tarde, las celebraciones se fueron a los camarines. Cánticos, bailes y banderas adornaron el camarín. Entre ellos destacó el de Matías Zaldivia, con pasado en Colo Colo, quien no se restó de la fiesta. “Un minuto de silencio...para el indio”, se le vio cantar, con mucha emoción.

La mesura de Álvarez

Claro que el ambiente festivo dentro de ese camarín sufrió un cambio. Mientras los jugadores, dirigentes y asistentes se encontraban en pleno festejo, el técnico Gustavo Álvarez salió desde una de las oficinas que tiene el vestuario y les pidió que le pusieran atención.

Allí el adiestrador felicitó a los jugadores y les dejó en claro que estaba orgulloso de lo que había visto dentro del terreno de juego. Sin embargo, les comunicó que la celebración llegaba solo hasta este punto, pues los triunfos de esta magnitud muchas veces llevaban al relajo, una situación que no podía pasar.

Por lo mismo, les dijo que este lunes debían volver a los trabajos para reenfocar el esfuerzo en el próximo partido en el que tendrán que recibir a O’Higgins en el Estadio Nacional (Sábado, 18.00 horas).

Los jugadores de inmediato aceptaron y se alistaron para volver a los entrenamientos y evitar un bajón en el rendimiento, apoyados siempre con trabajo sicológico.

El gran objetivo

Lo que les comunicó Álvarez a los jugadores al interior del camarín también fue expuesto a los medios. En la conferencia de prensa posterior al Superclásico el adiestrador dio muestras de esta calma que solicitó al plantel.

Son tres puntos, un partido importante, un clásico, pero son tres puntos. Tenemos que seguir creciendo y evolucionando para apuntar a cosas importantes”, comentó en la oportunidad.

“El equipo en el segundo tiempo resistió, cuidó en demasía el resultado. Bien, pero en demasía. El primer tiempo de la U me pareció excelente. Con aciertos y errores. Sé lo importante que era ganar en esta cancha y justifica un poco lo que hicimos en el segundo tiempo, sin quitarle sus méritos al rival también, que puso mucha gente en ataque. Lo pudimos ganar”, expuso más adelante.

“Este club se merece lo mejor, en poco tiempo me mostraron los hinchas, dirigentes, empleados y jugadores lo que es este club. La U se merece lo mejor, y yo espero quedar en la historia de la U por algo mucho más importante”, cerró Gustavo Álvarez.

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