La pizarra de Lasarte: la fortaleza defensiva y la disciplina táctica fueron las claves de la Roja
Con una línea de cuatro muy sólida, cuyo único punto bajo, fue Guillermo Maripan, la selección chilena supo plantarle cara a Lionel Messi y compañía. La labor de Gary Medel fue sobresaliente. El Pitbull le ganó los duelos a la Pulga e impidió que el Memo decayera anímicamente tras su torpe penal a Lautaro Martínez. Los laterales y la línea de volantes también destacaron por su aplicación.
Un valioso y esperanzador empate consiguió la selección chilena ante Argentina, en Santiago del Estero. Había muchas interrogantes en torno al partido, sobre todo, por cómo resolvería el técnico Martín Lasarte la ausencia de Arturo Vidal. Y en su primera prueba en serio, en su debut oficial por los puntos, la Roja de Machete estuvo a la altura y no defraudó.
La clave fue la solidez defensiva de Chile, que tuvo como baluarte a un gigante Gary Medel, que estuvo impasable. El Pitbull fue clave en el engranaje y en la disposición táctica. No perdió duelos contra Lionel Messi y siempre estuvo bien ubicado.
En el peor momento de la Roja, después del 1-0, fue el sostén anímico del bloque posterior. Evitó el decaimiento del equipo y logró reinsertar en el partido a un muy perdido y lento Guillermo Maripan. El Memo fue lo más bajo del sistema defensivo nacional y si no se transformó en un pasadizo fue exclusivamente por el experimentado zaguero del Bologna.
Por otro lado, los laterales también cumplieron. Mauricio Isla y Eugenio Mena no desentonaron, incluso, cuando fueron superados por las bandas. Ambos le dieron salida al equipo y defendieron con eficacia, en grupo, en conjunto con los volantes. En el segundo tiempo, encerraron a Di María, a De Paul y Paredes, obligándolos a rematar de larga distancia.
El aplicado y ordenado mediocampo chileno impidió el despliegue de la ofensiva liderada por Lionel Messi. Pablo Galdames, que recibió tarjeta amarilla al minuto, no perdió la calma. Charles Aránguiz y Erick Pulgar no estuvieron tan preocupados de elaborar. O quizás simplemente no pudieron. No obstante, en la labor defensiva lo hicieron bien, con mucha disciplina. Sin regalarse.
De no ser por el torpe penal cometido por Maripan la labor defensiva habría sido perfecta. Asimismo, no puede haber un desempeño defensivo superlativo sin una brillante actuación del arquero. Y en Santiago del Estero no fue la excepción. Claudio Bravo fue uno de los puntos más altos. Al menos en tres ocasiones impidió el segundo gol de Lionel Messi con intervenciones extraordinarias.
La labor de Jean Meneses podrá ser criticada, pero cumplió. Mantuvo a Juan Foyth en su zona y no lo dejó subir. Cuando se dio cuenta que por físico y rapidez perdía, optó inteligentemente por aguantar de espaldas con el balón, provocando faltas que le dieron un respiro a Chile. Así salió el tiro libre del gol del empate.
Mientras Meneses y Eduardo Vargas hacían el desgaste de ir al choque, Alexis Sánchez disfrutó de la libertad que le entregó Lasarte. El Niño Maravilla mostró una de sus mejores versiones y fue incontrolable para la defensa argentina cuando logró escaparse con el balón dominado.
La experiencia y la inteligencia también jugaron en la Roja. Y el gol del empate es una prueba de sobra. Aránguiz pateó al área, Medel centra cayéndose y Alexis anota a boca de jarro. Tres de los jugadores más bajos de la Selección se adjudicaron un golazo, que lleva la firma de la generación dorada. No necesitaron demasiados centímetros para sacar provecho de un balonazo aéreo.
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