Rodrigo Meléndez fue uno de esos volantes defensivos inconfundibles. Kalule tenía un estilo especial, que muchos compararon con el del neerlandés Edgar Davids: fiero en la recuperación de balón, pero siempre atinado a la hora de entregárselo a un compañero. Estéticamente, también resultaban similares. Además, era dueño de una personalidad única, que le permitió brillar en Cobreloa y Colo Colo, además de destacarse en el fútbol argentino, donde defendió exitosamente a Estudiantes de La Plata. En los albos, formó una dupla con Arturo Sanhueza que marcó época. De hecho, cuando se desarmó, los albos pagaron las consecuencias.
Hay algunos, eso sí, que le recuerdan por la reciedumbre de sus acciones en el campo de juego. De esa cualidad, pagaron las consecuencias los más connotados volantes y delanteros a nivel nacional. Hace poco, de hecho, el propio Meléndez recordó en una entrevista con El Deportivo que cada cierto rato le recuerdan una carga sobre Marcelo Salas en un Superclásico. También les respondió a quienes teorizan que su paso por los albos pudo ser distinto si hubiera existido el VAR. “El VAR se ha equivocado tanto ahora teniendo ahí las imágenes que nadie asegura que en esa época no se habrían equivocado, pero que no le eche la culpa al VAR. Me tocó jugar no sé si 12 o 13 clásicos y perdí uno solo. No creo que el VAR hubiese sido tan decisivo en esos momentos”, contestó en esa oportunidad.
Los niños siempre dicen...
En los últimos días, Meléndez fue invitado por Roberto Cereceda para conversar con los alumnos de la escuela de fútbol de Audax Italiano que mantiene. El exmediocampista asistió de buena gana, dispuesto a traspasarles alguna de sus experiencias a quienes sueñan con brillar en el deporte más popular.
Con lo que no contaba el exjugador era con la sagacidad de los pequeños entrevistadores. “¿Usted sigue jugando o ya se retiró?”, le consulta el primero. Meléndez no alcanzó a responder cuando le cayó la segunda, y letal, pregunta. “Y también otra pregunta, ¿cuántos jugadores lesionó?”, se le escucha decir a un niño que levanta el dedo índice de la mano derecha, asumiendo la autoría. El diálogo se viralizó a través de TikTok.
Meléndez reacciona entre risas y acusando el golpe. “Aaaaahhh... esa se la soplaron los profes”, justifica, acompañado por Cerceda. La ocurrencia le sirve para hacer un recuento de su productividad en el campo de juego. “Mira. Hice cinco goles en mi carrera y no lesioné a ningún colega. Sí, obviamente, hacía foules tácticos, pero no lesioné a nadie”, enfatiza, siempre en un plano lúdico.
Meléndez reconoce que supo del impacto que tuvo la singular imagen en la red social. “Me lo mostraron”, dice otra vez entre risas, aunque se excusa de profundizar, porque debe ir a retirar a uno de sus hijos a la escuela.