La primera copa del año de Colo Colo fue a costa del archirrival
Los albos vence a la U en la final de la Copa Chile que se disputó en Temuco. Dos estocadas en el primer tiempo le alcanzaron al equipo de Mario Salas. Henríquez perdió un penal cuando el partido estaba 0-0.
U. DE CHILE 1 - COLO COLO 2
U. de Chile: F. De Paul; M. Rodríguez, O. González, L. Del Pino, J. Beausejour; G. Espinoza, F. Cornejo, J. Martínez (61', J. Zacarías); W. Montillo; A. Henríquez (72', L. Rojas), J. Larrivey. DT: H. Caputto.
Colo Colo: B. Cortés; O. Opazo, J. Barroso, J. M. Insaurralde, R. De la Fuente; C. Carmona, B. Provoste; M. Bolados, L. Valencia (82', B. Véjar), G. Costa (76', M. Fernández); J. Parraguez (61', N. Blandi). DT: M. Salas.
Goles: 0-1, 28', Bolados define tras una pared larga con Valencia; 0-2, 31', Parraguez anticipa a Espinoza en el área y anota con una palomita; 90+4', Rodríguez conecta de volea un centro de Beausejour desde la izquierda.
Árbitro: Julio Bascuñán. Amonestó a Cornejo, Beausejour, Henríquez, Rodríguez (U); Bolados, Carmona (CC).
Incidencia: Cortés ataja un penal a Henríquez (20'); el VAR revoca un penal cobrado en contra de la U (40').
Estadio Germán Becker (Temuco). Asistieron 12.259 personas.
En cursivas, jugadores juveniles.
La victoria, el Superclásico, el trofeo, la vuelta olímpica, el gustito cruel de cantarle al archirrival que es "de la B". No pudo ser mejor el comienzo de año para Colo Colo y sus hinchas en Temuco. El Germán Becker fue testigo una fiesta del cuadro popular ante la U. En la final de la Copa Chile, sufrida y que al fin terminó.
Tres minutos mágicos para el Cacique. Un sprint de Bolados, una palomita de Parraguez. Dos goles, dos estocadas al corazón del máximo enemigo. Es difícil levantar la frente cuando tu mejor esfuerzo se traduce en nada. Universidad de Chile, comprometida a cambiar la cara de 2019, sigue padeciendo una enfermedad grave: fragilidad mental. El equipo de Caputto se desplomó después del penal desperdiciado por Henríquez a los 21 minutos y lo pagó con las dos jugadas que marcaron el primer tiempo.
Si fuera por nivel y copamiento de la cancha, la U se veía mucho mejor que los albos. Con un Walter Montillo muy activo, manejando los hilos. En general, la zona media azul era superior. Pareja, salvo por la irritante pasividad de Martínez, quien no aprovechó la oportunidad de revertir las críticas. Pero, dejando de lado a Martínez, había un mejor ánimo del lado universitario, frente a un Colo Colo que sufría por la falta de conexión de sus líneas.
A Mario Salas le gustan los equipo con intensidad, con mucho juego por las bandas. Poco de eso se notaba, en todo caso. Leo Valencia, el enganche, no tenía protagonismo. Colo Colo sufría. Pero fue la misma U la que le dio vida. Con ese penal terrible de Ángelo, que le pegó al pasto y mandó la pelota blandita a las manos de Cortés. Un golpe de confianza para el portero y para los albos en general. Reforzado, además, con las conquistas de Bolados y Parraguez.
Y pudo ser peor. Bascuñán cobró penal en contra de la U, pero el VAR le hizo ver su error, porque la supuesta falta de Cornejo sobre Costa no fue tal. Al final, el 2-0 parecía un premio y dejaba un margen de acción para el cuadro del chuncho, pensando en la segunda mitad.
Seguramente fue por el resultado, pero Colo Colo entró con cierta tranquilidad al complemento. Con la idea de manejar el juego y el reloj. Muy distinto al plan estudiantil, apurado por le deseo de descontar. El punto es que las variantes de Caputto, por ahora, son pocas, muy estrechas. El DT no encontró soluciones desde la banca y a medida que los minutos pasaban, más se le escapaba la final. Cortés, además, se lució con una tapada ante un disparo franco de Rodríguez.
La fiesta del Cacique empezó con anticipación. Entró Mati Fernández para ponerles un broche a los festejos. El primer título del año, ante el mayor rival deportivo, qué mejor. El descuento de Matías Rodríguez casi al cierre no empañó la celebración.
Cosas para anotar, y preocupantes, desde el lado estudiantil: la lentitud de sus defensas, especialmente los dos centrales; la falta de carácter de Henríquez en el penal, que empapó a todo el equipo; y las pocas variantes desde la banca para dar vuelta la situación. ¿Y en Colo Colo? Contundencia. La capacidad de cerrar un resultado a su favor, pese a no jugar un gran compromiso. Ya lo vivió contra la UC en semifinales y lo rubricó en Temuco con un triunfo ideal: una vuelta olímpica, una copa y todo en la cara de la U.
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