La primera entrenadora de Chile

ISABEL BERRIOS
Isabel Berríos. Foto: Richard Ulloa.

Isabel Berríos fue la primera mujer entrenadora profesional de Chile. Formadora de varias de las Rojas, hoy pasa sus días en Sueño Azul, la escuela inclusiva de la U.



Suena el himno de la U como si de un partido oficial se tratara. Forman y saludan los casi 50 niños con Síndrome de Down de la escuela Sueño Azul, que así inician su clase de los viernes. A un costado, sonriente, los mira su profesora, Isabel Berríos. Quizás no saben que es la primera mujer entrenadora profesional de fútbol de Chile, la formadora de muchas de Las Rojas que hoy juegan el Mundial. La pionera.

Isabel, titulada con distinción máxima del INAF en 2006, superó un camino largo con prejuicios y barreras. Fue futbolista por 18 años, desde el barrio, cuando jugaba con sus hermanos y vecinos en la calle, hasta jugar por la U. "Entonces era muy mal visto, una actividad exclusiva para hombres. No era fácil explicar por qué te gustaba y que te tildaran de una u otra cosa", dice.

Siempre estuvo ligada a la U. Por ella pasaron Carla Guerrero y María José Rojas, entre otras, que están en el Mundial de Francia. "Partí con estas chicas a los 12 años. Ellas tenían ganas y yo deseos de que aprendieran. A su corta edad tenían un profesionalismo que me motivó", cuenta.

Cuando varias de sus ex pupilas pasaron a Colo Colo fue una herida grande: "Me dolió. Perdí el contacto; después nos fuimos haciendo amigas". Cote Rojas es con quien más se relaciona: "Me manda los goles que hace en el extranjero". De la selección no opina, dice, por respeto a José Letelier.

Multicampeona y formadora, Isabel Berríos también vivió el prejuicio. Cuenta que en su segundo año como profesional un coordinador le dijo que era perfecta como entrenadora, que su puntualidad y disciplina eran ideales, que se reflejaba en sus equipos, pero que tenía un solo problema. "Eres mujer", le expresó.

Experiencias negativas que se contrarrestan con los aplausos de un grupo de apoderados en San Carlos de Apoquindo, en su primer clásico universitario a cargo de la sub 14 azul. "Paso y las mamás de los niños me empezaron a aplaudir. Fue tan emocionante, cuesta encontrar respaldo", valora. Y concluye: "Ahí dije que sí, que tiene algo de lindo todo esto".

Siempre obligada a demostrar por ser mirada en menos, las satisfacciones se viven más fuerte. La entrenadora recuerda una vez que, antes de enfrentar a Wanderers, le avisó al DT rival que su equipo estaba calentando donde no debía. La respuesta del caturro fue simple: "Cállate y ándate a la cocina". Cliché añejo. Luego de ganar 3-0, Isabel se dio el gusto de devolver la gentileza: "Le dije que el que se tenía que ir era otro".

Como le pasó a Paula Navarro en Santiago Morning, hay quienes niegan la posibilidad de que una mujer sea entrenadora de varones. La razón que dicen es por el vínculo de camarín que se genera, algo que para Isabel no es problema. Ha dirigido varios planteles de niños en las categorías menores de la U: "El vínculo no lo generas en el camarín, sí en la cancha y en el lugar de entrenamiento. No entiendoel problema, nunca he entrado cuando se visten".

¿Podrá el fútbol femenino equipararse con el masculino? Isabel no tiene dudas. "Por algo un lema de la FIFA es que es el futuro. La mujer se ha empoderado de un montón de actividades que antes no nos dejaban realizar. ¿Quién dijo que el fútbol o cualquier disciplina tiene nombre, género o es de alguien?".

De entrenar a quienes representan a Chile en Francia a llenarse de energía con niños con Síndrome de Down sin experiencia en el deporte, "un desafío para el alma". Es Isabel Berríos. La primera.

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