La renuncia de Cristián García a la Segunda Sala del Tribunal de Disciplina remeció las estructuras de la justicia en el fútbol chileno. El abogado dejó su puesto en la corte deportiva argumentando serias diferencias con los procedimientos que se han adoptado e incluyó una mención específica al caso de Deportes Antofagasta, hasta ahora condenado al descenso producto de la imposibilidad de organizar adecuadamente el partido frente a Palestino, por la negativa municipal de facilitarles el estadio Calvo y Bascuñán.
García puso en evidencia eventuales “presiones”. “En lo personal, ignoro sinceramente si en realidad pudieron ustedes estudiar los antecedentes del caso, no solo una simple lectura de la sentencia y la apelación, sino que de todo el expediente, y analizar la doctrina civil actual involucrada en lo que debía decidirse o solo se quedaron con lo escuchado en la audiencia. Veo difícil que en tan breve periodo de tiempo, que al menos para mí no fue suficiente, dado que, al igual que ustedes, tengo otras actividades laborales que ocupan mi día, hayan podido absorber todas las aristas del conflicto, encuadrarlas en las hipótesis normativas y doctrinarias y resolver en consecuencia. La verdad, siempre pensé que era por ello que la regla siempre era dar al menos una semana para estudiar las causas, no solo 24 horas. En este caso fue todo diferente, seguramente por la presión implícita que importaba el hecho de que debía definirse el campeonato, pero creo que esas presiones no deben llegar a nosotros”, manifestó.
Y luego, alude a la participación del timonel de la Primera Sala, Exequiel Segall. “Por último, como manifesté mi rechazo desde un principio, no puede ser posible que en estos casos tan relevantes, y en general en ninguno, aceptemos que el presidente de la Primera Sala nos venga a explicar las razones por las que decidieron en un determinado sentido. Reprobé siempre esa práctica pero tampoco se me escuchó y fue siempre justificada como gestos de compañerismo, pero creo que esa contaminación eventualmente nos impide resolver con objetividad”, sostiene.
La respuesta
Segall responde, aunque advierte que su postura es colectiva. Que representa a todo la Primera Sala. “Existe bastante molestia en la Primera Sala porque esas tres líneas finales que están en la carta renuncia de Crstián García a la Segunda Sala son sumamente equívocas. Desde que por estatutos se crearon las dos salas, en 1994, siempre, con cualquier presidente, de cualquiera de las dos salas, ha existido una total autonomía e independencia. Eso es lo que, lamentablemente, la expresión usada por el colega García queda en entredicho. Esa autonomía e independencia no puede ser de otra manera, dada la idoneidad y la calidad profesional de quienes integran ambas salas. Hemos tenido abogados integrantes de la Corte de Apelaciones, hemos tenido ministros de estado, connotados profesionales y ese solo hecho es suficiente garantía de que ha existido siempre una total independencia entre ambas salas”, puntualiza a El Deportivo.
Luego, intenta explicarse las aprensiones que manifiesta García. “Puede deberse a que en la Segunda Sala no hay relator, que creo que hace falta y lo hemos sostenido muchísimas veces. Como no lo hay, en algunas oportunidades, el presidente o el secretario de la Primera Sala han tenido que absolver alguna consulta formulada por el presidente o por el secretario de la Segunda, pero siempre en temas formales o procesales. Jamás ha habido algún comentario, siquiera, sobre el fondo, porque las sentencias que hace la Primera Sala son redactadas con todas las argumentaciones y todas las razones que la motivan”, profundiza.
Luego es incluso más específico. “Voy a ser tajante: hay que primero aclarar que Cristián García nunca habló de presiones de la Primera hacia la Segunda Sala, pero no tenemos duda de que alguien puede colegir erróneamente lo que usted está preguntándome. Quiero ser absolutamente categórico en eso. Es lo que ha provocado la molestia en la Primera Sala: jamás ha existido, no solamente presión; jamás ha existido referencia alguna al fondo de un asunto”, sostiene.
Segall dice haberle manifestado la molestia colectiva a García. “En cuanto el tema fue conversado en la Primera Sala, personalmente llamé a Cristián García para expresarle nuestro sentir y en la conversación él me reconoció que jamás estuvo en su intención esbozar alguna eventual intervención, sino que él se refirió con palabras más, palabras menos, a la relación formal e institucional acordada entre ambas salas.
Para mayor abundamiento, añade: “En el caso puntual de Antofagasta ni siquiera hubo ningún tipo de comunicación entre ambas salas refiriéndose a temas formales. Ni siquiera eso”.
En ese escenario, García opta por aclarar su postura. “La crítica que yo dejo entrever en mi renuncia no es al comportamiento de Exequiel sino a no ser escuchado por la Segunda Sala a las propuestas que yo hacía”, se apresura a establecer a El Deportivo.