No hay caso con San Luis de Quillota. Ni siquiera el cambio de entrenador lo ha hecho cambiar un panorama nefasto. Porque si hace pocos meses lamentaba el último lugar en la Primera División y sufría con el descenso, hoy, tras nueve fechas en la B, también marcha al fondo de la tabla. Y para peor, con una campaña como local que ya cumplió un año de sinsabores. La famosa quillotina que tanto hizo sufrir no hace mucho a los grandes (especialmente a Católica) se la ha vuelto al verdugo. El temido pasto artificial para los visitantes se ha girado contra su propietario.
En efecto, el estadio Lucio Fariña Fernández se ha transformado en una verdadera maldición para los canarios: ha transcurrido más de un año desde la última vez que San Luis ganó en su cancha. La localía, más que beneficiarlo, solo le ha traído dolores de cabeza al equipo de la Quinta Región.
Hoy se cumplen 381 días desde la última vez que el cuadro amarillo logró quedarse con los tres puntos en su feudo. Ese 8 de abril de 2018 nadie imaginaba que el 1-0 agónico sobre Colo Colo (anotó Boris Sagredo al segundo minuto de descuento) sería hoy un recuerdo lejano. Demasiado.
Tras ese cotejo, pasaron diversos rivales. Y en tres torneos distintos: Primera, Primera B y Copa Chile. La UC, La Calera, U. de Conce, Barnechea, Temuco, Unión, Audax, Huachipato, Antofagasta, la U, Everton, Ñublense, Wanderers, San Felipe y Copiapó se robaron al menos una unidad.
La maldición es tal que el único triunfo como local que registra San Luis en este último año, fue en una cancha que no es la suya: a O'Higgins le ganó 2-0 el 5 de agosto, pero en el Elías Figueroa de Valparaíso, porque el Lucio Fariña no estaba habilitado.
Y cuando pudo torcer su destino, flaqueó: en marzo, Wanderers logró empatar a los 87' y con San Felipe le ocurrió lo mismo, en el mismo minuto de juego. La maldición se hacía latente.
Desde esa victoria ante el Cacique, San Luis jugó 15 partidos en Quillota, con seis empates y nueve derrotas. Le anotaron 25 goles, y apenas convirtió 12. Solo una vez logró que no le vulneraran su portería. La casa de los Canarios, ahora, casi no asusta.
Porque antes era un recinto complejo incluso para los grandes. Temido para dos de ellos, de hecho. Quillota, antes, era una verdadera guillotina, una quillotina. Desde que volvió a la categoría de honor en 2015, San Luis enfrentó a la U, la UC y Colo Colo 11 veces en el sintético de Quillota, con un saldo de seis triunfos (dos ante cada grande), dos empates (uno frente a cada universidad) y tres derrotas (todas contra la U).
Para remontarse a una situación similar, hay que ir bien atrás: entre 1965 y 1966 Coquimbo Unido se olvidó de ganar como local: el 27 de junio de 1965 superó 2-1 a Green Cross por Primera División, y recién el 29 de mayo de 1966 volvió a saborear el triunfo, tras vencer 2-0 a Trasandino, aunque ahora en Segunda División.