Arturo Vidal vivió como un fanático más la derrota de la Roja ante Argentina. Sin ir más lejos, el King, quizás asumiendo su posición lejana con el Equipo de Todos en la actualidad, por primera vez criticó explícitamente a Ricardo Gareca. “¡Este huevón no ve la Libertadores! Parece que sólo ve los partidos del fútbol argentino”, empezó diciendo el Rey, al ver que no le daban oportunidades a los futbolistas del Cacique que estaban en la nómina. Con eso, el mediocampista rompía con su promesa de ‘no hablar más de la cuenta’.
A medida que avanzaba el partido y la superioridad de la Albiceleste era cada vez más evidente y se notaba en el marcador, Vidal le recriminó al cuerpo técnico el hecho de estar compitiendo con pocos futbolistas experimentados en el Monumental de Núñez. “Miren a Argentina, están jugando los mismos de siempre hace cuánto, varios años, ¿no? Acá hay que agradecerle el esfuerzo a los muchachos, pero están quemando a muchos jóvenes”, dijo.
“¡Tenís que hacer tres cambios ahora ya! Tienen que calmarse en la cancha. (Gareca) Tiene que dejar de inventar. Si el fútbol es muy sencillo”, añadió. Finalmente, cuando ya estaba realizándose el quinto y último cambio, en el momento en que ingresó Ben Brereton, el Rey lanzó un irónico comentario contra Gareca. “¡Lo único que falta es que haga seis cambios!”, dijo sarcásticamente, dando a entender que el DT no tiene los conocimientos necesarios, o, por lo menos, los que exige Vidal.
Sin embargo, uno de los comentarios más llamativos del mediocampista llegó a la hora de analizar el juego del rival. En Argentina están gozando de uno de los mejores momentos de su historia futbolística. En ese sentido, el jugador de Colo Colo aseguró que esto llega como un aprendizaje de lo que fueron las derrotas que sufrieron a manos de las selección chilena, donde el propio Vidal era figura. “Lo peor es que nos vemos mal con estos huevones que les ganamos dos copas. Después ganaron todo, les sirvió perder con nosotros…”, fueron sus palabras, aprovechando de lamentar el abultado resultado que se veía a esa altura en Buenos Aires.