Los violentos incidentes que se registraron en el estadio Maracaná, en la previa del duelo entre Brasil y Argentina, se originaron por la simple postura de un lienzo. O al menos eso es lo que se puede ver en un video que difundió la cadena transandina TyC Sports.
En dicho material audiovisual, se puede ver a un fanático de los pentacampeones extendiendo un paño gigante en la baranda que da inicio a la tribuna. Tan largas eran sus dimensiones que debió extenderse hasta donde estaban los hinchas de la Albiceleste y comenzaron los problemas.
Es que el encargado de colgar la pancarta no era muy amable y de manera violenta le pedía a los visitantes que sacaran sus banderas y muestras de apoyo, para colocar su paño. Es en ese momento, cuando se pudo observar varias discusiones entre ambos bandos y la cosa se calentó cuando el brasileño intentó arrancar una camiseta de Argentina, con el número 10 en la espalda, de encima de su género.
Fue entonces, cuando ingresaron guardias privados y otros simpatizantes de Brasil y nació la violencia. La misma que explotó cuando la policía ingresó a las gradas del mítico recinto deportivo y comenzó a golpear sin piedad a los argentinos. Fue tal la magnitud de los golpes, que un civil terminó siendo sacado de la galería con sangre en todo su cuerpo, proveniente de un profundo corte en su cabeza.
De hecho, era tanta la trifulca que se produjo en ese instante que Dibu Martínez, el portero de los actuales monarcas del planeta, llegó hasta el lugar de los incidentes y golpeó a uno de los policías para que dejaran de apalear a sus compatriotas. Suceso que pudo pasar a mayores, si no fuera por que sus propios compañeros lo calmaron y lo sacaron del lugar.
Por lo mismo y cómo una forma de evitar que la escalada de violencia se descontrolara aún más todavía, Lionel Messi le ordenó a sus compañeros que abandonaran la cancha y se fueran a los vestuarios hasta que se garantizara la seguridad para los asistentes y los futbolistas. Medida que resultó efectiva, pues muy pronto las cosas se calmaron y se dio inicio al partido.
“Salimos porque era la manera de que todo se tranquilizara todo un poco. Desde abajo no podíamos hacer mucho. Podía pasar una desgracia. Cuando se calmó todo, fuimos adentro para preguntar por los familiares y averiguar todo. Después salimos”, explicó mas tarde el astro del Inter de Miami.
Claro que no explicó por qué tomó del cuello a Rodrygo y le dirigió feas miradas poco antes que se iniciara el partido, en un nuevo incidente del formado en Barcelona con un jugador rival (ya había tenido problemas con colegas paraguayos y uruguayos). Aunque se dio el lujo de anotarse una nueva marca: su selección es la única que ha derrotado a Brasil en su casa por las Eliminatorias en toda su historia.