La sustitución de Ben Brereton fue una de las situaciones más cuestionadas del papelón que tuvo la Roja ante Bolivia. Este martes, cuando el cronometro marcaba apenas 34 minutos, Ricardo Gareca se dio cuenta de que su plan inicial no estaba surtiendo el efecto esperado y decidió hacer una modificación. El que ingresaba era Vicente Pizarro. Ahí salió el ariete del Southampton. Una situación que generó molestia en el público, que respondió con pifias hacia el entrenador.
Durante los últimos días, el Tigre había probado diversas formaciones. No se convencía de cual debía ser el esquema para medirse ante los altiplánicos. Finalmente, sorprendió con el ingreso del atacante nacido en Inglaterra como titular. Sin embargo, tras 30 minuto desastrosos, volvió al plan inicial que había trabajado durante la semana, con Eduardo Vargas en el centro del ataque, Víctor Dávila y Darío Osorio por las bandas, Carlos Palacios como enlace y el futbolista de Colo Colo como volante mixto, acompañando a Erick Pulgar en la mitad.
Al momento de abandonar el terreno de juego, y tras saludar al estratega, todos los jugadores que estaban en el banco de suplentes se pusieron de pie para apoyar a su compañero. El delanteros se sentó junto a Lawrence Vigouroux y este también se encargó de consolarlo cuando estaba en el banco.
El ariete había sumado apenas 11 minutos en la derrota 3-0 contra Argentina, en Buenos Aires. Todo esto, pese a ser el único futbolista chileno en la Premier League, la liga más importante del planeta. Y donde marcó cinco goles en el primer semestre del año. Pese a estar notablemente afectado, Brereton tuvo algunas consideraciones. Por ejemplo, no dudó en saludar al DT cuando se realizó la modificación. Luego, cuando Eduardo Vargas anotó el polémico 1-1, se paró a felicitar a su compañero. Le dio un abrazo. Aun así, en el banco de suplentes se le veía al borde de las lágrimas. Una situación que no cambió ni siquiera en el complemento.