Todo era cuesta arriba para la U en el primer tiempo del Clásico Universitario. Universidad Católica les había cortado su circuito de juego, le ganaba por la mínima y Fernando Zampedri había logrado su ansiado récord personal como goleador histórico cruzado. Parecía que la vida se les iba en el Santa Laura y le servían en bandeja el título a Colo Colo.
Pero el entretiempo lo cambió todo. Y el responsable de esa variación fue el técnico de los azules, Gustavo Álvarez. El adiestrador argentino les recordó cuál era la esencia de esta campaña y con un discurso breve, pero contundente, les enfatizó que no la perderían a tres fechas del final.
“Me parece que lo ganamos porque en el segundo tiempo nos dedicamos a jugar. A ser fieles a nuestro estilo,- Independientemente del desenlace que hubiera tenido el partido, nosotros teníamos que respetar el estilo”, reveló el estratega.
Ese “estilo” se basa en buscar el arco contrario aunque se vaya perdiendo por goleada. Además, Álvarez apeló al amor propio de cada jugador. Les recordó que un equipo como la U no se podía rendir, por el cariño que les entrega su hinchada y que lo único que no les perdonaría jamás era que dejaran escapar el campeonato sin pelear. “Nos ayudó harto lo que hablamos el entretiempo con el profe, fue una solución. El segundo tiempo mostramos carácter y dimos vuelta un clásico”, reveló Gabriel Castellón. Lucas Assadi agregó: “Seguimos manteniendo la pelea por el título y como dije hace un par de días, palo a palo con el otro equipo, pero preocupados de nosotros”.
“No nos podemos preocupar de lo que no podemos modificar”, había dicho Álvarez en la antesala. Y eso se los remarcó de manera enérgica en el descanso. Lo único que podían hacer en ese instante era dar vuelta el partido, retomar la punta y comenzar a pensar en el partido con Ñublense. Al final del torneo se verá si fue suficiente o no. “Nosotros tenemos que enfocarnos en ganar siempre el próximo partido. Lo hemos hecho. De nuestra parte el trabajo está hecho y a partir del lunes empezaremos a preparar el próximo partido que es en 15 días más”, reconoció el DT.
El gesto clave
“Nos dijo que si teníamos que morir, debíamos hacerlo como hemos jugado todo el año. Estos clásicos se juegan de otra manera, no como lo hicimos en el primer tiempo”, reveló Matías Zaldivia.
Lo que no contó el central es que precisamente su permanencia en el complemento, más de la Franco Calderón, fueron claves para que la oncena estudiantil obtuviera el triunfo. Esto porque ambos tenían tarjeta amarilla cuando Álvarez les comunicó que entraría Assadi y lo más lógico era que saliera uno de ellos. El entrenador decidió que el elegido sería Fabricio Formiliano, el único central que no estaba amonestado, y les dijo a Zaldivia y Calderón que confiaba en su madurez y que sabía que no cometerían el error de dejar al equipo con uno menos en Independencia.
Y ese gesto fue un revulsivo para toda la oncena. Pese a todos los errores que habían cometido en los primeros 45 minutos, Álvarez seguía confiando en ellos y debían entregarse por enteros. De hecho, el otrora defensa de Colo Colo anotó el segundo tanto en los 81′ y 180 segundos después se salvó de ser expulsado, cuando cometió una falta que era para amarilla, la segunda en su caso, fue perdonada por el juez Cristian Garay. “Nos debíamos a nosotros, a nuestra gente y a nuestras familias, salir a revertir lo que hicimos en el primer tiempo y por suerte así fue”, concluyó el central.