“Cuando Simone Biles dio un paso atrás, Sunida Lee di un paso al frente”. Así titula el New York Times una de varias crónicas sobre la gimnasta estadounidense Sunisa Lee, quien en la madrugada del jueves se llevó la medalla de oro en el all-around individual, prueba de la que también se había bajado la atleta que llegó Tokio 2020 como la gran estrella de estos Juegos Olímpicos.
Con Biles sentada en la grada, Lee dio una exhibición en todos los aparatos, pero especialmente en la barras asimétricas, su prueba preferida. Al final de la jornada, la especialista de 18 años rompió en lágrimas, emocionada por ser la campeona olímpica de gimnasia en ejercicio completo, con un total de 57.433. El título que generalmente distingue a la mejor del mundo (o la más completa, por el nombre de la competición).
En segundo lugar quedó la brasileña Rebeca Andrade con 57.298 (medalla histórica para su país) y tercera fue la rusa Angelina Melnikova (57.199), quien fue la figura por equipos del pasado martes.
Sunisa Lee es una joven de Saint Paul (Minnesota), debutante en la cita por los anillos. También es la primera deportista de la etnia Hmong que gana un oro olímpico. Algo histórico que lo firma esta hija de camboyanos. La comunidad hmong, etnia china que actualmente vive dispersa entre algunas regiones del sudeste asiático y otros rincones del planeta, es conocida como también como el “ejército perdido”, por su participación en la Guerra de Vietnam como aliado secreto de Estados Unidos. Tras el final del conflicto que perdió el país del norteamericano, la mayoría tuvo que emigrar del país para evitar represalias.
El título es histórico para Estados Unidos, porque es la quinta estadounidense seguida que gana el concurso completo. Carly Patterson (Atenas 2004), Nastia Lukin (Pekín 2008), Gabby Douglas (Londres 2012), Simone Biles (Río 2016) y Suni Lee (Tokio 2020).