La historia de la selección de Francia está llena de artilleros letales. Por nombrar a algunos, Jean-Pierre Papin, David Trezeguet y Thierry Henry irrumpen como nombres destacados en el fin del siglo XX y principios del XXI. El más emblemático del presente es Karim Benzema, reciente ganador del Balón de Oro. Mirando más atrás en los libros, Just Fontaine aparece como un delantero implacable. Son leyendas. Todos rindieron en el equipo nacional galo. Pero hay uno que por mucho tiempo fue discutido, y en la lista de anotadores suma más que todos: Olivier Giroud.

En Qatar 2022, el ex Montpellier acumula cuatro conquistas. Además, con su anotación ante Polonia, en octavos de final, logró ubicarse como máximo goleador del seleccionado de su país, superando los 51 de Titi Henry. Ya lleva 53, si agregamos su diana del sábado, ante Inglaterra. La que, dicho sea de paso, selló el paso de Les Bléus a semifinales, cuando el cotejo estaba cuesta arriba. En la fase de grupos marcó un par, ante Australia, en el debut.

“Es un orgullo inmenso, un sueño de niño. Estaba un poco frustrado por no haber marcado en otra ocasión que tuve antes, porque tenía ganas de anotar y que se deje de hablar de este asunto del récord”, señaló al batir la marca.

A sus 36 años, Giroud, quien hoy milita en el Milan, club con el que conquistó la Serie 2021-22, demuestra su vigencia. Por muchos años fue relegado a un papel de reparto. No obstante, con sus recursos, siempre se las arreglaba para decir presente. Más de un centenar de goles con la camiseta del Arsenal, donde fue compañero de Alexis Sánchez, así lo demuestran. En Francia, no en la selección, pero si a nivel mediático, siempre ha estado a la sombra de Benzema.

Claro que con la casaca nacional es el 9 titular. Durante el tiempo en que el Gato estuvo cortado del equipo, nadie le quitó el puesto a Giroud. Con el regreso de la figura del Real Madrid parecía que perdía protagonismo, pero la lesión del campeón de Champions League lo hizo ser, otra vez, el centrodelantero titular de Didier Deschamps. Y en Qatar, Francia encuentra su mejor versión colectiva con un delantero de sus características, hasta el momento bien explotadas por sus compañeros.

Olivier Giroud, en la final del Mundial de Rusia 2018.

Monarca sin convertir

En Rusia 2018, la escuadra gala fue la mejor de principio a fin. Mostró, desde el primer partido, solidez defensiva y poder de fuego en ataque. En aquel momento, Antoine Griezmann y Kylian Mbappé fueron los definidores. El del Atlético y el del PSG marcaron en cuatro ocasiones. Giroud, pese a jugar en el área, no logró convertir. Estadística curiosa para un campeón. Más llamativa aún si se considera algo repetido en Francia.

En su primer título planetario, los dirigidos por, en ese instante, Aimé Jacquet jugaron con Stéphane Guivarc’h como nueve titular en cuatro de los siete partidos y no logró llegar jamás al gol. Lógicamente, tras la consagración en Moscú, las comparaciones no tardaron en llegar. Claro que si se evalúan las carreras, la de artillero vigente cuenta con mejores pergaminos. El exfutbolista tuvo grandes números, pero salió de la Ligue 1 muy cerca de su retiro.

La participación de Olivier Giroud en Francia no ha estado exenta de polémicas. En 2020, Karim Benzema aseveró que: “No confundas a un Fórmula 1 con un kart. Yo soy amable con él, pero yo soy el Fórmula 1. Funciona en Francia porque tiene a grandes jugadores como Griezmann y Mbappé. Hace su trabajo, pero no sé si a todos les gusta su juego”.

Giroud no quiso responder afuera, pero en el campo comenzó a anotar. Luego de quedarse en blanco en la cita planetaria de 2018, los goles llegaron al por mayor. Desde la final de Rusia, a la fecha, ha marcado 22 veces con la camiseta azul. En Qatar es héroe. A los 78′ de los cuartos de final, cuando Inglaterra tenía ahogados a los franceses con la presión, el atacante logró conectar un buen centro de Antoine Griezmann, reconvertido a volante en el presente campeonato, y superó a Jordan Pickford.

Tras el partido, Olivier Giroud se mostró conforme con su actuación. “Supimos ser peligrosos en la segunda parte. Siempre hay que creer en la vida, sabía que tendría una oportunidad. Grizi me dio un gran balón. Estoy demasiado orgulloso”, aseveró.

El próximo desafío para el delantero y sus compañeros será enfrentar al sorprendente Marruecos, en la ronda de los cuatro mejores. Los africanos son la primera escuadra de su continente que se mete en semifinales, luego de dejar en el camino a España y Portugal, dos elencos que se perfilaban como favoritos en la previa.

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