La ciudad de Leeds está en el norte de Inglaterra, siendo un polo educativo y financiero. Con una población de casi 800 mil habitantes, acoge la primera experiencia de Marcelo Bielsa en el fútbol británico. El Leeds United, club con 99 años de historia, comandado dirigencialmente por el empresario italiano Andrea Radrizzani, confió en el Loco para retornar a la vanguardia. El proceso da frutos, porque es el líder del Championship, competencia tan extensa como exigente, que tiene el premio del ascenso para tres clubes luego de 46 fechas y un playoff.

Tras casi cinco meses de competencia, manda en la tabla con 51 puntos (15 triunfos en 24 jornadas) y llega a 2019 en zona de ascenso directo. Lleva siete victorias consecutivas, las últimas dos en los descuentos. Crece la ilusión de retornar a la Premier luego de 14 años. "En el fútbol puedes tener emociones que pueden alcanzar niveles altos y es por eso que nada es comparable al fútbol en relación con las emociones", dijo el adiestrador el pasado miércoles, luego de la victoria sobre Blackburn Rovers.

El ex DT de la Roja aprovecha su oportunidad, desde el ascenso inglés, para reivindicarse en el fútbol europeo, porque en sus tres últimas pasadas acabó transformándose en noticia por conflictos y no por victorias, tanto en Francia como en Italia: Marsella, Lazio y Lille, respectivamente.

En 2014, Bielsa arribó al Olympique de Marsella, uno de los cuadros más populares de la Ligue 1. En la campaña 2014-2015 acabó cuarto, clasificando a la Europa League. El problema se generó para la siguiente. Renunció después del debut, por desavenencias con la directiva de la época. Ocurrió el 8 de agosto de 2015, luego de una derrota con el Caen. "Ya no tengo confianza en mis dirigentes, por eso me voy, no puedo aceptar esta situación de inestabilidad", dijo Bielsa en conferencia de prensa.

Fue en 2016 cuando el nombre del estratega se vinculó a la Lazio. El 6 de julio de aquel año fue confirmado, pero ni siquiera alcanzó a dirigir. Pasaron dos días y declinó asumir en los romanos aduciendo que no le cumplieron con los refuerzos prometidos. "Estaba acordado, como condición indispensable para la ejecución del programa de trabajo, la contratación de al menos cuatro futbolistas antes del 5 de julio… Para la fecha establecida no se había logrado ninguna incorporación", expuso el DT mediante una nota.

Su última estación fue aún más controversial. Arribó al Lille como parte de un ambicioso proyecto. En mayo de 2017 fue presentado y, pese a las expectativas, los resultados no acompañaron, a tal punto que la lucha fue por la permanencia. En noviembre, el club lo suspendió de sus funciones. Lo desvincularon en diciembre. La salida fue con líos extradeportivos, porque el DT inició una causa judicial reclamando el pago de, aproximadamente, 18 millones de euros (salarios más daños y perjuicios). En marzo de 2018, el Tribunal de Comercio de la ciudad condenó a Bielsa a pagar 300 mil euros al club por "daños e intereses".

De momento, la apuesta está resultando, porque también la presencia de Bielsa le ha dado otra notoriedad al ascenso inglés. Mañana, el Leeds recibe al Hull City, y el 1º de enero también tienen acción. Allá, el fútbol no se detiene.