Como si se tratara de una coincidencia programada, la revancha que Jorge Sampaoli se toma en Brasil se produce justo a un año del principal golpe que ha recibido el técnico argentino en su carrera: el fracaso en el Mundial de Rusia con Argentina. Para cumplir el sueño de sentarse en la banca de la Albiceleste, el técnico que llevó a Universidad de Chile al título en la Copa Sudamericana y a la Selección a la consecución de la primera Copa América de su historia, había sacrificado su incipiente, pero atractiva campaña en el Sevilla. La decisión parecía riesgosa por todas partes. Sampaoli apostó y perdió. El 15 de julio de 2018, el sitio oficial de la AFA comunicaba el fin de su gestión.
El Santos de Brasil le abrió las puertas cuando pocos lo querían. A lo sumo, lo miraban de reojo, dudando de si sería capaz de reponerse del duro golpe. El comienzo en Brasil tampoco fue fácil. Sampaoli daba señales de cercanía. Circulaba en bicicleta y jugaba vóleibol en las playas, pero a las eliminaciones en la Copa Sudamericana ante el modesto River Plate de Uruguay y en el Paulista frente al Corinthians se sumaba el delicado momento financiero que atraviesa la institución. Este mes nomás, el presidente del club, José Carlos Peres, reconoció que el estratega estaba incómodo. Que lo perturbaba la escasez de refuerzos y el retraso en el pago de los derechos de imagen y de algunos premios. La situación se parece a la que vivió en Chile, donde terminó calificándose como 'rehén' y dejando la Selección. "Jorge Sampaoli es muy competitivo y también exigente, pero las críticas deben ser internas y no expuestas. La mayoría de los cargos estamos esperando poder servirle", dijo Peres a ESPN, en ese momento.
Hoy, en cambio, es tiempo de celebrar. O Peixe suma cinco victorias consecutivas y encabeza la tabla del Brasileirao. Ayer venció por 3-1 al Avaí, con lo que llegó a 29 unidades, producto de nueve triunfos y dos empates. Supera por dos al Palmeiras y le saca unidades al Flamengo. A poco más de un año de su fracaso en el Mundial, Sampaoli toca el cielo. O vuelve a tocarlo.
Si los dirigentes le toman cierta distancia por sus exigencias económicas, los fanáticos empiezan a rendirle culto. Los hinchas, que para elegir tienen un amplio espectro de figuras encabezadas por Pelé para los más nostálgicos y por Neymar para los más contemporáneos, ya le dedican lienzos. "Camisa 10", dice uno de ellos, con el rostro de Sampaoli y una postura en brazos cruzados, una de las tantas que adopta en su irrefrenable rutina de movimientos durante los partidos. Cualquier relación con el 10 en ese club está reservada para los elegidos.
Mucha jerarquía
Sampaoli está feliz en Santos. La ciudad reúne todas las condiciones para que lo sea. "Hay más bicicletas que autos. Se puede compartir con tranquilidad en cualquier sitio y sobre todo en la costa", explican desde el entorno del entrenador para graficar las condiciones que lo tienen cómodo en el lugar.
No solo los hinchas le profesan admiración a Sampaoli. El periodismo brasileño también lo elogia. "Jorge Sampaoli llegó a Brasil como un técnico de mucha jerarquía. Su paso por la U y Chile es muy importante acá. Entrenar al mítico Santos parecía perfecto por lo que propone, con el estilo ofensivo y 'bonito' que tiene el club. No empezó bien, con seguidas eliminaciones en Copa do Brasil, Paulistao y Copa Sudamericana. En el Brasileirao también tuvo un revés contra Palmeiras y fue muy criticado, pero el estilo del entrenador nunca ha cambiado, y ahora los resultados están surgiendo", dice Antonio Strini, quien trabaja para ESPN Brasil.
El profesional valora que Sampaoli haya sido de superar la inequidad económica y hasta los problemas de caja. "Santos no tiene las inversiones de Flamengo y Palmeiras, por ejemplo, e incluso tiene problemas para pagar los sueldos. Sampaoli intenta no entrar en ese tema y saca un 110% de los jugadores, que ni todos acreditaban que eran buenos. Su equipo juega un 'fútbol total', conserva el balón y sabe qué hacer con él. Crea muchas ocasiones de gol. Ahora, el trabajo más grane que tiene es mantenerse primero. Con los principales rivales en otras competencias, puede ser el momento para que Santos saque ventaja y, quizás, asuma el protagonismo en el torneo brasileño", puntualiza.