La revancha soñada del vóley chileno

Nunca el vóleibol chileno estuvo tan cerca de entrar a unos Juegos Olímpicos. A partir de este viernes en el Arena Monticello, el sexteto nacional buscará coronar un proceso que arrancó hace más de un decenio y donde Tokio es ahora el principal objetivo.

No es descabellado soñarlo. Los dirigidos por Daniel Nejamkin llegan a la cita cerrando una temporada histórica, en la que terminaron cuartos en Lima 2019, terceros en el Sudamericano y, además, con sus principales figuras brillando en el extranjero.

"Confiamos mucho en el proceso que venimos haciendo. Sabemos que si jugamos al nivel que hemos estado jugando podemos ganar ese cupo", dice Vicente Parraguirre, punta del SKV Usti nad Labem checo y la Selección.

A partir de este viernes, los Guerreros Rojos se medirán ante Venezuela (22.30), en un duelo que busca poner fin a una sequía de 64 años sin presencias criollas en deportes colectivos olímpicos (salvo el fútbol, en Los Ángeles 84 y Sídney 2000). El sábado y domingo se medirán frente a Perú y Colombia, a las 18.30, respectivamente.

Será además una revancha especial. Aún en el equipo guardan la derrota que sufrieron en el preolímpico pasado de México, donde la caída frente a los locales derribó la aspiración chilena. "Fue un fracaso para nosotros, fue muy duro. Pero lo recordamos siempre para revertirlo ahora, cuatro años después", recuerda Matías Banda, armador del Monteros Voley de la Liga A1 de Argentina.

"Mis jugadores han hecho todos los sacrificios, Son excepcionales. Muchos estudian, trabajan; tenemos médicos e ingenieros que han pedido permiso y no se los dan, otros que ayer y hoy (ayer) rindieron la PSU (Lucas Lavín y Jaime Bravo)", cierra Nejamkin.

Pese a que Sebastián Castillo, el líbero titular, no estará, la expectación es máxima. Según informa la Fevochi, ya se han vendido todas las entradas para el duelo del viernes.