Un jugador que pudo haber dado más al fútbol. Faustino Asprilla desde que llegó a Italia, marcó historia en la Serie A. Así lo clarifican sus palmarés, dos Copas UEFA, una Supercopa de Europa y una Recopa vistiendo la camiseta del Parma, son méritos suficientes que los tienen en los recuerdos de los aficionados del Viejo Continente.
A pesar de la historia que marcó en el Calcio, siempre quedó la sensación de que el Tino, de no haber sido un futbolista tan indisciplinado, hubiese sido una estrella de mayor renombre en el mundo del deporte. En relación a lo expuesto, y ya siendo una figura alejada de la disciplina, el mismo cafetalero describió a los medios por qué no quiso el estrellato.
En conversación con el emblemático medio italiano, Gazzetta dello Sport, Asprilla repasó su conocida y excéntrica vida nocturna durante su paso por Italia y, en especial, siendo jugador del Parma en la década de los 90. Oportunidad en que además asegura que, su adaptación al estilo futbolístico de aquel país, no le interpuso dejar el gusto por las fiestas.
El paso por la ciudad de italiana fue una de las experiencias más difíciles para el colombiano en lo futbolístico. “No tenía cabeza. No me gustaba entrenar, me costaba entender lo que me pedían los entrenadores. Estaba acostumbrado a jugar con libertad y en cambio aquí (Italia) hay que ser fiel a la táctica, pobre de ti si te equivocas”, describió en conversación con el medio.
En esa línea, tampoco su estilo de vida contribuyó a que el Tino hiciera méritos para entender la cultura futbolística. “No llevaba la vida de un atleta perfecto. Me acostaba tarde, y casi nunca solo, me despertaba eran que no correspondía, me gustaba ir a discotecas y fiestas”, dice. Además, agrega que: “En fin, en todo este lío que era mi vida, el fútbol no estaba en primer lugar. Ese era mi límite. Pero me divertí mucho y creo que entretuve a mucha gente”, enfatizó el ex Newcastle.
Más allá de la excéntrica vida del colombiano, su trayectoria como jugador fue fascinante. Faustino Asprilla estuvo en distintos asentamientos y clubes. Newcastle United, Palmeiras, Parma, Atlante FC, Estudiantes de la Plata y, hasta Universidad de Chile, son algunos de los equipos que configuraron la carrera del futbolista. Su estancia en la U en 2003, no pasó desapercibida. Es más, en 18 partidos logró batir redes en cinco oportunidades y se adjudicó el mismo número de asistencia. Sin embargo, no consiguió trofeos con los universitarios.
Por otro lado, también expresó palabras sobre el fútbol moderno que muestran las grandes ligas de Europa. La visión fue clara y concisa: “Me aburre”, apunta. “Lo miro, pero no me divierte. Todo pases laterales, poco regate. Y luego esos entrenadores que parecen alborotadores frente a los banquillos y les gritan a los jugadores lo que tienen que hacer”, adhirió.
En relación a lo anterior, argumenta que “en el presente hay asistentes que les muestran a los jugadores que tienen que ejecutar en la cancha, cómo moverse y a quién marcar. ¿Estamos locos? ¿Crees que los jugadores no saben qué hacer? Déjalos libres, que se diviertan y verás que todos nos divertiremos mucho más”, disparó el ex Universidad de Chile.
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