Este viernes, en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso, uno de los cuatro líderes que tiene el Campeonato Nacional abre la tercera jornada. Universidad Católica visita al renovado Coquimbo Unido (18.30 horas), con la misión de seguir con el tranco ganador con el que inició el torneo local.

Desde la pretemporada que se estaba fraguando en la precordillera un cambio en la pizarra de Ariel Holan, en el afán de darle una vuelta de tuerca al equipo después de un 2022 que dejó un sabor amargo. El único premio de consuelo fue la clasificación a la Copa Sudamericana. Estas modificaciones no solo pasaban en la renovación del plantel, sino que también en dotar a la UC de otra estructura táctica, dejando de lado el habitual 4-3-3 que acompañó a los cruzados desde 2019 (con Gustavo Quinteros) hasta el año pasado. Por lo menos, en los dos primeros partidos, la apuesta ha dado frutos.

Aunque no se quiera cazar con un esquema específico, Católica ha mostrado una propuesta vertical, de juego directo, con un 4-2-4 que genera atractivo en quienes tienen preferencia por el fútbol ofensivo. En los amistosos ante Oriente Petrolero, Talleres de Córdoba y Rosario Central se testeó esta estructura, aunque no es la única. También se utilizó la línea de tres en el fondo.

En la primera fecha de la liga, Católica venció a Everton por 3-0, en Sausalito. Si bien el marcador asoma como elocuente, el trámite del juego no fue tan así. De hecho, los ruleteros le crearon muchas situaciones de gol a los estudiantiles. Los números indican que los viñamarinos tuvieron 20 tiros totales, contra 12 de la UC. El afán vertical de los cruzados, sumado a la escasa variedad de volantes, dejaba espacios en medio terreno que Everton no logró aprovechar al fallar en la definición. Eso sí, por otra parte, la Católica registró siete remates a portería, lo que fue la mayor cantidad de disparos francos en la primera fecha.

En ese partido, Holan apostó por la dupla Zampedri-Di Santo, más Tapia y Aravena abiertos. Pinares fue el armador, acompañando a Saavedra. Sumando y restando, la UC dispuso de cinco jugadores netamente ofensivos.

Para la segunda jornada, ante Curicó Unido, Byron Nieto fue titular, relevando a un resentido Franco Di Santo. Esto permitió una rotación de posiciones y fue Gonzalo Tapia quien acompañó al Toro Zampedri, como segunda punta. En Concepción, el cuadro franjeado tuvo mayor posesión de balón que en su debut (59%) y le remataron menos a su portería, lo que significó que Matías Dituro registrara menos atajadas en comparación con el duelo en Viña.

Hablando de variantes tácticas, cuando el marcador estaba 1-1 frente a los torteros, Ariel Holan movió el tablero. Cambió el esquema con los ingresos de Parot y Cuevas. Pasó a un 3-4-3, fortaleciendo de sobremanera la banda izquierda con Parot, Mena (quien pasó al medio) y el Cimbi, en su retorno tras superar una rotura de ligamentos. Los cruzados terminaron ganando ese duelo.

En la rueda de prensa de este jueves, Holan se refirió a la falta de una última incorporación extranjera para el plantel, a la espera de la carta de nacionalización de Matías Dituro. “Si no tenemos el cupo, tenemos un plantel que tiene alternativas para seguir adelante. Estamos dependiendo de ese refuerzo y, si no llega, hemos arrancado el año sin él y seguiremos igual. Soy optimista porque sé que estamos dentro de los tiempos que este trámite normalmente sale. Así que, de ese punto de vista, baso mi optimismo. Esperemos que así sea”, declaró el argentino.

También habló de Guillermo Burdisso y Franco Di Santo, dos de los tres nombres que pidió expresamente el estratega. El zaguero no ha podido debutar por una lesión. A su vez, el delantero se perdió el partido con Curicó. “Burdisso ya está bien, hizo las prácticas normales. Tendremos un partido entre semana y lo vamos a probar a fondo. Di Santo tuvo una sobrecarga muscular y por eso le dimos unos días de descanso”, declaró el DT.

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