La historia del recientemente fallecido Niki Lauda no sería tan épica si no hubiera tenido un hombre al frente como James Hunt. La rivalidad entre Lauda y Hunt se convirtió en histórica.
La temporada 1976 de la máxima categoría encontraba al austríaco con la intención de revalidar el título conseguido un año antes. Lauda, en un Ferrari, buscaba la consolidación y Hunt, cuarto en 1975, arribaba a McLaren para convertirse en su mayor rival.
Lauda aventajaba claramente a Hunt ese año, en especial luego de varias descalificaciones. Pero a raíz del accidente de Lauda en Alemania, todo cambió. Hunt fue restándole la diferencia en el Mundial durante las carreras en las que el austriaco estuvo ausente.
Tras Suecia, que era la séptima fecha, Lauda sumaba 30 puntos más que el británico gracias a cuatro victorias y otros tres podios. Hunt había ganado España, pero fue descalificado por una irregularidad mecánica en su M23, aunque luego se le devolvió la victoria.
Con victorias en Silverstone y Francia, el inglés recortaba la distancia, aunque en casa también fue descalificado.
A Alemania, el trágico GP donde Lauda sufrió el accidente que marcó su vida, el austríaco llegaba como puntero del Mundial, con 61 puntos, seguido por Jody Scheckter, con 36, Hunt tercero, con 35.
Así, al Gran Premio de Japón que cerraba el campeonato Lauda solo tenía tres puntos de ventaja y debió retirarse debido a las malas condiciones climáticas. Al inglés le bastó terminar tercero para arrebatarle el título.
Al año siguiente, Lauda volvió a ganar la corona. Tal vez los libros de estadísticas no señalen a Hunt como un gran rival para Lauda, pero es el propio tricampeón el que destaca la figura de Hunt.
Sobre la rivalidad entre Lauda y Hunt, el austríaco señaló una vez que "hay pilotos buenos y pilotos malos. Después están los que son muy talentosos y muy difíciles de batir. James era uno de ellos".
"Nos respetábamos mucho porque al final corríamos durante 300 kilómetros uno al lado del otro. Si alguno cometía un error, corríamos el riesgo de matarnos los dos. Pero Hunt era de esas personas en las que podías confiar porque era muy preciso conduciendo", señaló una vez Lauda.
La rivalidad quedó plasmada en la película Rush, de 2013, dirigida por Ron Howard.
Tras ese 1976 glorioso, Hunt no volvió a ser protagonista, solo consiguió seis podios, pero la rivalidad entre Lauda y Hunt quedó en la historia.