La Roja busca pistoleros
A la espera de la ansiada escena de la reconciliación entre Vidal y Bravo, Rueda prueba fórmulas contra la agudizada falta gol, ahora con Rubio de nueve y Orellana y Alexis en banda.
Al tercer día llegaron las primeras pistas, las primeras señales. No la más esperada, la de la reconciliación de facto de Arturo Vidal y Claudio Bravo (cuya interacción pública sigue siendo, a estas alturas y en sentido estricto, la de meros compañeros de trabajo), sino de las intenciones de Reinaldo Rueda. De los planes del seleccionador para dar respuesta a una de las principales incógnitas que presentaba su última nómina, oficializada hace una semana; la de la identidad del futbolista sobre el que recaer el peso del gol en esta Roja. Y ayer, en el marco de un encuentro preparatorio disputado ante la Selección Sub 17, concentrada también en la zona, el DT pareció mostrar algunas de sus cartas. De sus ases más o menos escondidos bajo la manga.
Con Vargas y Castillo fuera de la lista por lesión, el espectro de futbolistas disponibles para actuar en la ofensiva se reducía a siete nombres. Cinco, en rigor, pues la presencia en la oncena de Alexis era ya tan segura como la ausencia (incluso de la banca) del exótico invitado Niklas Castro, aún sin pasaporte chileno. Christian Bravo, Meneses, Mora, Orellana y Diego Rubio completaban el resto del catálogo. Pero todo apunta a que será finalmente este último, el inspirado ariete del Colorado Rapids, de la Major League Soccer de Estados Unidos, la punta de lanza del equipo de Rueda el próximo sábado en Alicante.
Todo con tal de terminar con la falta de gol que ha exhibido el equipo desde que el caleño tomó sus riendas. Chile convierte poco y cuando lo hace es principalmente a través de las pelotas paradas. Y Rubio, por ahora, ha dejado buenas sensaciones, aunque sin poder de fuego. El formado en Colo Colo no ha podido ayudar a que Chile rompa una racha de 579 minutos sin llegar a los festejos a través de jugadas. Los últimos han sido de pelota quieta.
La titularidad de Rubio es lo que se desprende de las pruebas realizadas sobre el césped del Club Resort La Manga por el DT caleño, que presentó dos oncenas totalmente diferentes para afrontar cada una de las dos mitades de 30 minutos en que se dividió el choque preparatorio. Una plagada de teóricos suplentes, que disputó la primera parte, y otra llamada a ser la que actúe de la partida ante Colombia: Bravo; Isla, Maripán, Díaz, Parot; Medel, Pulgar; Orellana, Vidal, Alexis; y Rubio.
Es decir, con Bravo y Vidal en el equipo. Los dos futbolistas que se llevan el foco de la concentración, aunque siguen evitándose. De hecho, el ambiente distendido que dominó toda la jornada (con exhibición incluida de cueca a cargo del Huaso Isla en el hotel de concentración, por la mañana) se vio tan solo empañado por el nuevo ejercicio de indiferencia mutua protagonizado sobre la cancha por ambos, cuya relación no termina de superar la barrera de la cordialidad y continúa generando suspicacias.
"Es una cosa de ellos, pero nosotros hemos visto que todos están compartiendo como un grupo que quiere los mismos objetivos. Lo único importante es que haya un objetivo común y que seamos todos compañeros", se conformaba con demandar, en esa misma línea, Ian Mac-Niven, gerente de selecciones de la Roja.
Lesiones de última hora
Otro de los grandes desafíos de Rueda en esta fecha FIFA pasa por reestructurar el centro del campo, una parcela muy lastrada por las lesiones de última hora. La solución a la vista es Medel y Pulgar de doble pivote, con Vidal acompañado en los tres cuartos por Alexis Sánchez y Fabián Orellana en los costados.
El Histórico , que apunta a titular en su primera experiencia a las órdenes del preparador colombiano. Es cierto que acumulaba ya dos años sin aparecer en las concentraciones de la Roja, pero su concurso no es, en ningún caso, antojadizo. En la nómina de los reencuentros, el jugador del Eibar, faro indiscutible de su equipo en las últimas jornadas de la liga española, se había ganado a pulso un espacio en el once. El dibujo, un 4-2-3-1. Un sistema que es del gusto de Rueda y en el que Rubio parece haber tomado la delantera.
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