La Rojita prepara su gran batalla entre tenis de mesa, taca taca, pool y sin celulares

La selección Sub 20 tiene hoy su última oportunidad para aspirar a avanzar de ronda en el Sudamericano. En dos partidos, el equipo de Héctor Robles suma apenas un punto, producto del empate que rescató ante Bolivia y de la caída ante Venezuela. En ambos casos, dejando una pálida imagen futbolística y sembrando dudas respecto del trabajo del entrenador y de su futuro a cargo del combinado juvenil.

De eso, no se habla en el búnker de la Rojita. Y menos en la antesala del decisivo partido de hoy, a las 19.30 horas, ante Brasil. En el hotel Piedra Verde de Machalí, del que el plantel chileno y sus colaboradores ocupan una de las dos plantas que tiene el recinto, el foco está puesto en conseguir un buen resultado ante la Canarinha y en abstraerse de las críticas que llegan desde el exterior. También en el descanso.

En las últimas horas, por ejemplo, se ha alternado el profundo análisis del rival con actividades recreativas  como taca taca, ping pong y pool, las opciones que ofrecen las instalaciones. El contacto con las familias se reduce a los 15 minutos posteriores a cada partido. Esta mañana, hubo activación física y durante la jornada se producirán la charla técnica de Robles y la última revisión de videos. Entre esa tarea y las 18 horas, el momento en que pretenden arribar al estadio El Teniente, los jugadores estarán en sus habitaciones.

Los detalles se cuidan. El almuerzo está programado para las 13 horas y el menú está diseñado en base pautas alimenticias personalizadas para cada jugador. Tiene gramajes y porciones definidas para cada uno. De ese trabajo se ocupan las nutricionistas  Karina Barrales y Melisa Bottinelli.

Otro aspecto clave es el trabajo sicológico a cargo de Felipe Fuenzalida, quien lleva dos años vinculado al grupo. Todos los días hay actividades con el profesional. Se apunta a reforzar la confianza del grupo, golpeada por los resultados iniciales y a abstraerse de las críticas.

Robles también intenta ejercer el liderazgo que le cabe. Conversa de manera individual y grupal con los jugadores. Les muestra sus aciertos y errores a través de videos. Hace labores desde lo técnico-táctico hasta lo psicológico. Y se ocupa de disposiciones que favorecen la concentración.  Los futbolistas entregan sus celulares a las 22.30 horas para descansar bien. No lo usan ni en las comidas ni en las horas de descanso. Después de los duelos ante Bolivia y Venezuela ha intentado revisar aspectos de juego y corregir errores. Y preparar a sus pupilos,  con trabajos orientados a la realidad de juego para seguir luchando, para la gran batalla que tiene La Rojita frente al rival más poderoso del grupo A.