Chile se jugaba esta tarde gran parte de su sueño mundialista ante Brasil. No es que una derrota lo dejara eliminado, pero sí al borde del fracaso. En cambio, una victoria o un empate mantendrían viva la ilusión hasta el viernes, cuando se juegue el paso al hexagonal frente a Colombia.
La Rojita también se jugaba otra cosa: mejorar su, hasta ahora, pobrísima imagen. La selección chilena Sub 20 ha sido una pésima anfitriona, ya que apenas suma un discreto empate ante Bolivia y una caída ante Venezuela. A propósito, los llaneros vencieron a Bolivia por 1-0 y aseguraron su presencia en la última ronda.
El comienzo del partido fue desfavorable. El Scratch se adueñó de la pelota rápidamente y la trasladaba de un lado a otro con peligrosidad. A los 5', un gran remate de Teté provocó el primer susto para el equipo del cuestionado técnico Héctor Robles. Afortunadamente para él, el tiro fue desviado.
Chile respondió a los 13', cuando Iván Morales se fue solo en demanda del arco, pero su disparo le salió directo al cuerpo del arquero Phelipe. Un minuto después. fue el meta chileno Luis Ureta quien se lució con una triple parada. De no ser por su brillante intervención, los brasileños se habrían puesto en ventaja.
A los 17', el Choro reclamó que el portero de la Canarinha salió del área al controlar un balón, pero el árbitro uruguayo Leodan González desestimó la infracción.
Brasil era levemente superior, mientras Chile se aferraba al amor propio, al orgullo y a uno que otro chispazo de fútbol.
El premio vino a los 41'. Víctor Méndez, cerca de la medialuna, cedió para Diego Valencia. El delantero de Universidad Católica envió un centro que Morales concretó en el área chica (41'). El tanto fue celebrado con euforia por los jugadores y por el cuerpo técnico.
El segundo tiempo fue prácticamente aguantar. Brasil se fue encima en búsqueda del empate, mientras que Chile retrocedió las líneas y apostó a algún contragolpe de Morales o a algún pelotazo de Marcelo Allende.
La Sub 20 nacional sufrió en la defensa, como ha sido costumbre en la era Robles. Igualmente, se las arregló para causar daño. Matías Sepulveda estuvo cerca a los 59', con un cabezazo, y a los 69', con un lindo zurdazo.
Los nervios en Rancagua estaban al máximo. La pifiadera cuando el juez decretó cinco minutos de descuento fue tremenda. Al final, la Rojita aguantó y luchó cada pelota como si fuera la última. Venció a Brasil y sigue viva rumbo a Polonia. De paso, Robles ganó su primer partido como DT de la Sub 20 en un Sudamericano. Chile celebró, por fin.