El sufrido camino que tuvo que cruzar Fernando Zampedri, el goleador histórico con el que Gareca busca levantar a la Roja

El delantero recibió el llamado del Tigre y debe presentarse en Juan Pinto Durán. Defenderá a la Selección a sus 37 años. Una oportunidad que le llega luego de casi cinco años en Chile y a dos semanas de haber recibido la nacionalidad. Es el máximo anotador de la UC, donde, además, ha sumado cuatro títulos y es capitán. El ariete se ha dado la vuelta larga: antes de su arribo a San Carlos de Apoquindo tuvo períodos por diversos clubes de menor convocatoria en Argentina. Incluyendo pasos en falso por Italia y Uruguay en su período como juvenil.
Fernando Zampedri es la principal novedad de la Roja en la nómina de marzo. El goleador histórico de la UC recibió la carta de nacionalización hace dos semanas y de inmediato en Juan Pinto Durán comenzaron las diligencias para tenerlo. El propio Toro apuró su proceso, consiguiendo una carta de la AFA que certifica que nunca jugó por Argentina, lo que lo habilita para defender a Chile. Lo hará con 37 años, en las Eliminatorias. Algo que hace dos décadas le era impensado.
El artillero nació en Chajarí, en la provincia de Entre Ríos, del otro lado de la cordillera. En esa localidad comenzó su sueño de transformarse en futbolista profesional. Pasó de jugar en el barrio, con sus amigos, los gurises, como se le denomina a los niños allá, al club 1° de Mayo y luego fue probar suerte en Rosario. La incursión era en Newell’s, pero no resultó como quería. Duró un año y volvió a su pueblo. Ahí se dio cuenta, por primera vez, de lo complejo que iba a ser el camino para ser jugador. De eso dos décadas. Pero son recuerdos que el nuevo delantero de la Selección mantiene frescos en su memoria y que le sirven para desarrollar su fuerte personalidad en el campo de juego. “Siempre quise ser futbolista. Por una u otra cosa, me costó demasiado. Después, un poco más de grande, se dio. Así que lo disfruté y lo disfruto mucho”, señaló a El Deportivo.

En la búsqueda de ser deportista, seguía probando suerte, pero también debía trabajar. Ahí aprovechó de ayudar a su padre en el campo. En el intertanto también probó suerte en Italia. Estuvo tres meses en el club Venecia, pero un problema en su papeleo lo obligó a volver a Sudamérica. Un contacto lo llevó a Uruguay y ahí se quedó un semestre. Sin embargo, la opción profesional parecía diluirse. Entre idas y vueltas, con regreso a Chajarí de por medio, apareció la opción de Atlético Rafaela, donde firmó su primer contrato.
Un camino largo
Recién con 21 años, una edad un poco avanzada si se toma en cuenta a los jugadores profesionales, pudo dar el salto al equipo de honor. Luego se transformó en un jugador de equipos de segundo orden en Argentina. Su trayectoria se daba entre clubes del ascenso. De segunda y tercera categoría en su país. Pasó por Sportivo Belgrano, Crucero del Norte, Guillermo Brown, Boca Unidos y Juventud Unida.

Su primera gran campaña fue en Brown. Ahí anotó 22 goles en 32 partidos. Luego tuvo un buen año en Juventud Unida, con 25 dianas en 38 partidos. Esos números llamaron la atención de Atlético Tucumán y llegó la chance de jugar en Primera División. A esa altura, el Toro ya tenía 28 años. Pero nunca es tarde. Su comienzo fue irregular, con tres tantos en 13 encuentros. Pero, tras un proceso de adaptación, su segundo curso fue inolvidable con el Decano. Fueron 17 abrazos en 32 compromisos, con algunas jornadas inolvidables, como el triunfo por la Copa Libertadores, ante El Nacional de Ecuador, en Quito. Ese día, el plantel llegó sin descansar y jugaron con la casaca de la selección de Argentina Sub 20. Con la ‘9′ de Lautaro Martínez y botines de una talla más chica, Zampedri anotó el gol del triunfo. La noticia llamó tanto la atención de la prensa internacional que el diario El País, de España, le dedicó un artículo titulado ‘El goleador de los botines apretados’.
Luego tuvo su revancha en Rosario. Pero no en Newell’s, sino que en Central. Ahí anotó 18 goles, dejó un buen recuerdo en los fanáticos, con una anotación en un clásico incluida, quizás marcando la revancha de su mala experiencia con los leprosos cuando era un niño, y ganó la Copa Argentina 2018. Todo era en alza para el Toro, pero en 2019, el que parecía un año consagratorio, perdió un año de carrera producto de una rebelde lesión en el tobillo por la que tuvo que ser operado y que lo sacó de las canchas por ocho meses. Eso lo privó de llegar a Independiente de Avellaneda.
Mi amigo Poncho
En Rosario, Fernando Zampedri conoció a Alfonso Parot. El carrilero llegó al club canalla luego de grandes campañas en la UC. Ahí ambos futbolistas entablaron una amistad que conservan hasta la actualidad. El talquino le habló al Toro de Universidad Católica. Fueron las primeras referencias que recibió el ariete sobre el que se transformaría en el equipo de su vida. Claro que antes de llegar tuvo la opción de pasar a Colo Colo. En Blanco y Negro recibieron un correo donde se ofreció al goleador, pero Marcelo Espina declinó de la chance y prefirió fichar a Nicolás Blandi. Luego, Cruzados se movió rápido y concretó la contratación del ariete. Hoy es su máximo anotador.

“Veía que tenía esa facilidad de moverse en el área, de desmarcarse y cabecear marcado también. Le dije una vez en el departamento en Rosario que si yo volvía a Católica, él tenía que irse a Católica, que se aburriría de hacer goles. A los seis meses que volví, él llegó y no ha parado. Tuve buen ojo”, señaló el lateral hace algunos meses.
Su arribo a Chile no fue complicado. Pese a venir sin continuidad, anotó en su primer partido en el Campeonato Nacional, ante Santiago Wanderers. En el camino tuvo algunas críticas, pero poco a poco se adecuó al ritmo y luego del parón por la pandemia, volvió en una versión que se ha mantenido por cuatro años. Se ganó a la fanaticada con su gran actuación en la Copa Libertadores 2020 ante Inter de Porto Alegre, con un gol de chilena incluido, y con los años se transformó en el capitán. A mediados de 2022 se propuso ser el goleador histórico de la UC y, dos años después de hacer pública su meta y a casi cinco años de su aterrizaje en Santiago, lo logró.
Un salto esperado
Apenas recibió la nacionalización chilena, Zampedri se puso a disposición de la Roja. “Siempre se habla mucho de la Selección, de la forma de jugar, de lo que están necesitando, pero yo siempre me mantuve al margen. Trato de respetar mucho a los jugadores y al país. No era el momento de opinar. Hoy tengo la oportunidad de estar en un lugar de trabajo. Me encantaría estar y sumarme, para dar un granito de arena a este país que me abrió sus puertas. Si el técnico siente que puedo ser un aporte, encantado de estar”, señaló cuando recibió la carta. Gareca esperó hasta la confirmación de la naturalización del ariete para contactarlo. Ahora estará en la doble fecha ante Paraguay y Ecuador.
Hace algunos días, el Toro anotó su primer gol de la temporada. Fue en la eliminación de la UC de la Copa Sudamericana. Marcó el empate estudiantil ante Palestino y fue el mejor de su equipo. También anotó su penal en la tanda decisiva. El año pasado, por quinto curso seguido, fue el goleador del certamen de Primera División. Lo logró con 19 tantos. También fue la temporada en la que se consagró como el máximo anotador de la historia de Universidad Católica. Hasta ahora acumula 122 conquistas con la casaca del club precordillerano y esa cifra se puede seguir incrementando en los próximos meses.
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