La era de Salas llega a su fin

Hace largo rato Cruzados había tomado la decisión de terminar la estadía de Mario Salas en San Carlos de Apoquindo. Un horrible 2017, coronado con un pésimo Torneo de Transición, donde Universidad Católica marcha en el 15º lugar, con apenas dos triunfos en 13 partidos disputados, precipitó la salida del Comandante, quien originalmente terminaba su contrato en diciembre de 2018.

Así, la Católica echa pie atrás en la decisión que había tomado en octubre de 2016, cuando resolvió extenderle el contrato al técnico por un excelente 2016, con un histórico bicampeonato de por medio.

Ayer fue el día que ya era un secreto a voces en la precordillera y que sólo era cuestión de tiempo: la concesionaria le notificó al estratega que hará uso de la cláusula que existe en el contrato, ésa que permitía a la dirigencia hacer una revisión del mismo dependiendo de los resultados y así no tener que desembolsar dinero extra en el despido del entrenador.

Desde el seno del directorio cuentan que aunque el ex técnico de Barnechea quería seguir en su cargo, algo que se cansó de repetir hasta el hartazgo una y otra vez tras las derrotas sufridas por el equipo este semestre, la decisión no lo tomó por sorpresa. "Lo veía venir", dicen en Cruzados. Cuentan que entendió la decisión de la dirigencia y que, por eso mismo, su reacción fue de tranquilidad. Desde el club aseguran que el cese de la relación es en buenos términos.

"No desconocemos todo lo que le entregó Mario a la institución, partiendo por el bicampeonato, pero a veces, en estas situaciones, lo mejor es virar el rumbo para sacudirse de lo malo que está pasando", señala uno de los directores de la UC.

Ramírez en punta

Aunque ayer se le comunicó al técnico la decisión, Cruzados ya planificaba hace largo rato la búsqueda de otro DT. De hecho, en carpeta han analizado las opciones de Miguel Ramírez (hoy en San Luis de Quillota, favorito de buena parte del directorio y quien corre con ventaja) y Pablo Vitamina Sánchez (DT de Everton) como entrenadores. Hasta Pizzi estuvo en consideración. El plan de quitarse a Salas del medio estaba en marcha hace algunos meses.

La situación deportiva de Universidad Católica se tornó totalmente insostenible. Ése fue el análisis del directorio. Dentro de la cancha el equipo no responde (acumula cuatro derrotas consecutivas) y fuera de ella, el hincha ya agotó la paciencia con Salas. Los cantos en su contra ya eran una constante en cada uno de los partidos del elenco franjeado y en el estado financiero que ayer liberó Cruzados se notó una merma considerable en la asistencia de público a San Carlos de Apoquindo, que castigó con dureza el desempeño del plantel: la concesionaria redujo en un 42% los ingresos por partido de este tercer trimestre si se comparan con en el mismo periodo de 2016. De casi 578 millones de pesos bajaron a 334 millones.

Y aunque aún no lo ha oficializado, sí se anuncia desde la precordillera que se comunicará la decisión en las próximas horas, a pesar de tener aún dos compromisos por jugar en el Transición. Justamente, el duelo del lunes ante Palestino en el reducto de Las Condes será el último del entrenador en ese escenario. Su despedida definitiva se producirá en el Calvo y Bascuñán de Antofagasta frente al elenco Puma, el fin de semana que viene.

Otro cargo que está en evaluación es el de José María Buljubasich, gerente deportivo de la UC, a quien también se le atribuye responsabilidad en el desastre de este año.