Eduardo Berizzo está en Japón con la Selección. En la madrugada chilena de este viernes, la Roja debuta en la Copa Kirin, ante Túnez. Será el segundo examen del combinado nacional de la mano del entrenador después de la caída ante Corea del Sur, aunque, con certeza, la atención estará puesta en otro asunto. En unas cuantas horas más, Chile sabrá con certeza si clasificará por la vía administrativa al Mundial. Para las primeras horas hábiles de este viernes está previsto que se conozca el dictamen de la Unidad Disciplinaria de la FIFA en relación a la denuncia por la utilización irregular de Byron Castillo por parte de Ecuador en las últimas Eliminatorias. Esa sentencia puede cambiar radicalmente el curso del proceso del ex entrenador del Celta, Paraguay y O’Higgins. Y, en definitiva, darle la razón a la apuesta que realizó al momento de aceptar asumir la banca nacional, en reemplazo de Martín Lasarte.

Berizzo es, por cierto, uno de los principales interesados en el veredicto. Sabe que de lo que decida el tribunal de primera instancia de la FIFA depende un paso crucial en su carrera y, fundamentalmente, una opción que se jugó cuando las certezas eran pocas. El estratega asume que si la Roja va al Mundial con él en la banca su estatus cambiará considerablemente. Es decir, que dará un nuevo salto, en una ruta que comenzó como ayudante de Marcelo Bielsa y que fue dando señales significativas de progreso y de autonomía en la búsqueda de un estilo propio. Pero también confirmará la intuición que tuvo al momento de aceptar la propuesta del directorio de la ANFP, que encabeza Pablo Milad: que Chile tenía los elementos suficientes como para acreditar las irregularidades y que, por lo tanto, estaba mucho más cerca del Mundial que lo que se presumía.

Estamos expectantes de la decisión de FIFA, prestándole mucha atención. En caso de que nos lleve al próximo Mundial, nuestros tiempos se acortarán y si no, se trabajará con más tiempo, pero sí que estamos expectantes de la futura decisión de FIFA sobre este tema”, declaró, de hecho, en la antesala del duelo frente a los africanos.

Eduardo Berizzo, en un entrenamiento con la Seleccion.

Un colaborador crucial

El Toto está permanentemente preocupado de la evolución del caso. Prácticamente a diario, consulta por las novedades relacionadas con el proceso que, desde la vía legal, gestiona el abogado brasileño Eduardo Carlezzo. El presidente del fútbol chileno y el director deportivo de las selecciones nacionales, Francis Cagigao, son un sus principales interlocutores y, por ende, los que le han transmitido la información que van recibiendo. Del resto se ha enterado a través de lo que informan los medios de comunicación respecto de los antecedentes que van surgiendo y, por cierto, mediante las intervenciones públicas del jurista, como la de este martes, en la que expuso extensamente la información que le había llevado a formarse la convicción de que Ecuador había incurrido en una grave falta.

Internamente, Berizzo siente, también, que parte del proceso le resulta propio. Básicamente porque fue un colaborador crucial para el inicio de la controversia. Fue él, de hecho, quien alertó a Martín Lasarte respecto de las sospechas que ya manejaba cuando dirigía a Paraguay. Y fue a partir de ese indicio, que fue interpretado tardíamente por la dirigencia chilena, en una negligencia a la que Carlezzo aludió en su disertación como clave para el desarrollo del conflicto, el que dio inicio a las indagatorias y al proceso que llega a su fin, al menos en lo concerniente a los primeros encargados de juzgarlo. “Estoy tratando de quedar un poco al margen de todo. En su momento, nos llegó el dato. Alguien de Paraguay nos avisó y yo se lo hice saber a Patricio Jerez. Creo que ellos (Paraguay) también reclamaron en su momento. Yo elevé el tema y el reclamo quedó en nada, me dijeron que no tenía sustento. Había que cumplir con ciertas horas que te da la FIFA para hacer denuncias, era todo un trámite”, expresó el antecesor de Berizzo en Juan Pinto Durán, dando cuenta de la información que había recibido de parte de su colega.

Berizzo, en conferencia de prensa, como seleccionador chileno.

Cambio de planes

Para el técnico, la decisión disciplinaria de la FIFA es clave, también, para el curso de su proceso. Sin Mundial, el foco de su gestión estaría puesto en la búsqueda de los talentos que deberían reemplazar a la Generación Dorada. De hecho, una señal elocuente en ese sentido es que del grupo que más satisfacciones le dio al fútbol chileno en su historia solo Gary Medel está presente en la gira por Asia. Berizzo dejó claro que no es por una cuestión de gratitud, sino de rendimiento y explicó el rol clave que cumple el Pitbull en la forma que pretende darle al equipo que dirige. “Es un gran conductor de la presión. Si el equipo presionó inclusive con 10 en campo rival, fue gracias al espíritu de empuje que Gary comprometió a sus compañeros y los lanzó hacia adelante”, detalló después de la caída frente a Corea del Sur, en un intento por extraer conclusiones positivas de una caída que se produce en pleno ajuste a sus principios futbolísticos. Antes del choque ante Túnez, reforzó la idea de la

Sin embargo, con la Roja ya clasificada al Mundial, el panorama podría cambiar radicalmente para el entrenador, quien tendrá que evaluar seriamente la posibilidad de incluir a los referentes del plantel histórico que sigan mostrando vigencia. Y, en ese escenario, vuelven a cobrar relevancia los nombres de Arturo Vidal, Alexis Sánchez y Charles Aránguiz, aunque la gran decisión será la que tendrá que adoptar en el pórtico, considerando que en su planificación original el único nombre de este grupo que estaba tachado era el de Claudio Bravo.

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