El conflicto que provocó la convocatoria a paro por parte del Sindicato de Futbolistas Profesional comienza a ver solución. Los clubes de la Segunda División, la tercera categoría del fútbol chileno, adoptaron una medida relevante, que formaba parte esencial de la molestia del gremio de los deportistas: la limitación etaria.
Reunidos en asamblea, los timoneles de las escuadras acordaron eliminar la restricción para que el torneo se transformara en Sub 23. Sin embargo, incluyeron un apunte: en los partidos deberá haber cinco jugadores Sub 25 simultáneamente en el campo de juego y un Sub 20 durante 70 minutos. En la convocatoria debe haber ocho jugadores Sub 25 y dos juveniles. Sin embargo, ratificar el entendimiento requiere de un quórum de 4/5 en el Consejo de Presidentes, porque implica un cambio en las bases de los torneos.
Una amenaza crucial
Al margen de la amenaza concreta de retrasar el inicio de la temporada por parte de los futbolistas, cuya asamblea votó la paralización de actividades, había un elemento fundamental para, cuando menos, revisar la drástica determinación que adoptaron los deportistas, por la unanimidad de sus representantes en la asamblea: el informe de la Dirección del Trabajo, que había declarado que la restricción etaria era “ilegal e inconstitucional”.
Ese diagnóstico motivó que la situación se revisara con mayor detención, siempre con la posición del Sifup en el sentido de que no habría margen para deponer el paro si no se retrocedía en esta materia. En ese sentido, el escrito emitido por la DT, al que incluso aludió la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, constituía un aval poderoso para mantenerse firmes.
La petición de Milad
Pablo Milad, el timonel de la ANFP, deslizó al Consejo de Presidentes su voluntad de allanar un entendimiento, justamente en la reunión que sostendría en esta jornada con los clubes de la Segunda División. “Se buscará un tema más consensuado”, dijo a la instancia suprema del fútbol chileno, respecto de la nueva postura frente al desarrollo de esa competencia.
La tercera categoría estaba fracturada en posiciones encontradas respecto de que se disputara, o no, bajo la modalidad de torneo Sub 23. Los que respaldaban la moción del límite etario se impusieron y, técnicamente, el Consejo de Presidentes (en el que solo los clubes de Primera y Primera B tienen derecho a voto) respaldó esa determinación, recogiendo esa voluntad. El acuerdo, igualmente, no resultó sencillo, pues el debate se prolongó casi por cuatro horas.
Guillermo Lee, presidente de San Antonio Unido, valoró el entendimiento. “Al final buscamos conciliar las dos partes. Nosotros representábamos una posición minoritaria. No somos ajenos a la situación económica de la categoría. Se consiguió libertad para poder contratar y lo de los cinco Sub 25 fue un punto de negociación. Tomamos el punto de la situación económica para llegar un acuerdo”, reconoció.
También se refirió a las consecuencias ligadas al paro de los futbolistas. “Esperamos que esto dé tranquilidad. Ahora tenemos que enfocarnos en el verdadero problema de la división. Tiene que haber una agenda unitaria. Nos dimos la mano. Establecimos una agenda en común de ahora en más. Vamos a seguir luchando por nuestras demandas histórico: voz y voto en el Consejo, un ascenso más y beneficios económicos”, sentenció.
El Sifup no retrocede
Apenas conocida la determinación, el Sifup reiteró su postura. “El paro de nuestro gremio es porque el Consejo de Presidentes no aceptó ninguna de las 11 medidas que propusimos el 5 de noviembre, sumado a la medida ilegal e inconstitucional de que la Segunda División sea Sub 23″, establece.
“Un acuerdo de los clubes de Segunda con la ANFP, aprobado por el Consejo de Presidentes, no significa nada, más si dicho acuerdo burla la ley y el dictamen. Los grandes problemas de nuestra actividad, justamente vienen por acuerdos del Consejo de Presidentes”, insiste.