Maximiliano Falcón llega al hotel que Colo Colo ocupa en Montevideo en una postura diametralmente distinta a la que lo transformó en un personaje para los albos. Lejos de la grandilocuencia de sus movimientos en cada acción que realiza dentro del campo de juego e incluso del sello distintivo que le aporta su cabellera y que le valió el apodo de Peluca como una suerte de marca registrada en los cuatro años que lleva en Macul, el charrúa intenta refugiarse ahora en el anonimato. Derechamente, de esconderse en los días más complejos que ha vivido desde que llegó a los albos, en la segunda mitad de 2020, cuando el Cacique vivía el momento deportivo más apremiante de su historia: coqueteaba peligrosamente con el descenso.

Falcón ingresa a la concentración del Cacique tratando de pasar inadvertido. Se cubre con el gorro de un polerón con ese afán. Igualmente, las prestaciones que ofrece la tecnología y la velocidad con que se trasmiten las informaciones en las redes sociales, lo ponen rápidamente en evidencia. Hay quienes le asignan a la escena el carácter de agravante. Habrían preferido a un Peluca dispuesto a dar la cara, como le elogiaron muchas veces en el campo de juego.

La semana en que Maximiliano Falcón perdió el crédito en Colo Colo

A esas alturas, ya era suficientemente público que Falcón quería irse de Colo Colo y que tenía una atractiva propuesta del Inter Miami que, entre otras cosas, le permitiría jugar junto a Lionel Messi. La propuesta se materializó y dejará US$ 2,5 millones al equipo albo más un porcentaje de una venta futura. También era evidentemente notorio que el respaldo de los hinchas había ido mutando al cuestionamiento abierto al jugador. Con insultos incluidos.

Hay un ejemplo demasiado cercano en términos de decepción, aunque encontró una solución distinta: Brayan Cortés ya trabaja con el plantel popular después de no conseguir equipo en el extranjero y terminar aceptando la propuesta que le extendió Blanco y Negro. Y no hay que mirar mucho más atrás para encontrarse con un ejemplo incluso más radical. Juan Martín Lucero, quien futbolísticamente se había ganado el pleno respecto de los fanáticos, por su aporte goleador, terminó transformándose en el principal enemigo de los adeptos del equipo más popular de Chile. El patrón es similar al de Falcón: no se presentó a los entrenamientos y terminó firmando en el Fortaleza. La disputa sigue ventilándose, formalmente, en el TAS. En las redes, Lucero aún mantiene bloqueados los comentarios. Un desliz en ese sentido, le significaría una avalancha de posteos nada gratos. Los hinchas que habían estampado su apellido en sus camisetas, lo borraron masivamente. Hoy de hecho, el llamado es a evitar ese tipo de tributos. Hay otro caso que sigue doliendo: el de Matías Zaldivia, quien se fue a la U porque en Macul no lo consideraron.

El tono hacia Falcón, quien también gozaba de amplio aprecio en todo el club, cambió drásticamente. Aníbal Mosa, por ejemplo, le exigió dar la cara. “Maximiliano debería haber estado el día 2 de enero con sus compañeros. Él es un jugador con contrato vigente y esperemos que se reintegre a la pretemporada lo más rápido posible. Él debería reintegrarse al plantel, ir a hablar con sus compañeros, hablar con el técnico y paralelamente sus representantes, su entorno, seguir conversando con nosotros. De esta manera se hacen las cosas, esa es la manera que nosotros esperamos que se hagan”, disparó el presidente de Blanco y Negro.

Maximiliano Falcón, en un partido de Colo Colo (Foto: Photosport)

El timonel criticó el procedimiento. “Conversé con él, varias veces. Todo el mundo tiene derecho a buscar mejores horizontes, tener mejores expectativas laborales, y eso es entendible, pero la forma en que se hizo no está bien, no corresponde, no habla bien de nadie”, puntualizó. “Buscamos que el resultado final sea positivo, para Maximiliano Falcón y Colo Colo, entonces el tiempo lo veremos en el camino, pero insisto, él tiene que presentarse a entrenar. No son excluyentes las dos cosas, él puede mantener una negociación, pero tiene que presentarse, eso hacen los profesionales y tiene que hacerlo él, que es un profesional”, insistió.

En el plantel no lo quieren ver

Entre sus compañeros también había descontento por la actitud del charrúa. Esteban Pavez, el capitán albo, reveló, incluso, un intento de último momento por saber por qué no llegaba al aeropuerto, previo al viaje a La Serena. “Yo con Maxi hablé el mismo día que nos íbamos a La Serena. Ese día nos íbamos a las 12 al aeropuerto. Diez para las dos lo llamé, porque era el último jugador qué faltaba, preguntándole en qué estaba. Me dijo que no iba a venir porque tenía que solucionar algo con Aníbal. Me quedé con eso, después no he hablado nada”, detalló.

El volante, en una postura que los jugadores evitan adoptar, impuso el contrato del uruguayo. “Después yo sé que tiene contrato vigente, él debería estar entrenando. Pero es una decisión de él y uno no se puede meter. Deberían preguntárselo al presidente o a Maxi cuando esté”, complementó.

Arturo Vidal fue más breve, pero igualmente categórico. “De él no sé nada, pero ojalá que llegue luego, él debiera estar acá, pero no entiendo por qué no está”, planteó el Rey.

En Uruguay, el Rey fue aún más duro: “No he conversado con él, ninguno del equipo ha conversado, es un tema delicado que afecta mucho”, dijo de entrada en un punto de prensa.

Me hubiese gustado que estuviera acá, tiene contrato, pero más allá no quiero hablar porque este tema me está molestando mucho, porque los jugadores tienen que respetar a los compañeros, respetar a la institución, acá lo más importante es Colo Colo, los jugadores pasan, los entrenadores pasan, pero hay que defender a Colo Colo y eso me tiene molesto”, añadió Vidal.

Por último, en otra muestra de fastidio, indicó que esperaba que la situación se resuelviera a la brevedad. “Ojalá se arregle lo antes posible o le den la opción de salir a otro equipo, si es lo que quiere, si no está acá por algo es. Nos tiene molestos, no se puede aguantar más, pero nosotros seguimos trabajando muy seriamente, tenemos muchos objetivos por delante y queremos cumplirle a la gente que es pelear todos los objetivos que se nos pasen por delante”, cerró.

Vidal y Pavez, en un festejo al que se suma Falcón (Foto: Photosport)

Los jugadores actuales no fueron los únicos que alzaron la voz. Algunas leyendas del Cacique también lo criticaron, en El Deportivo. “Cuando estás en el ADN del colocolino, no le puedes faltar el respeto de esta forma. A no ser que se trate de un buen negocio para Colo Colo, no se entiende. La ilusión de jugar con Messi no es suficiente para salir de Colo Colo. A lo mejor las lucas no son tantas. Es la única razón que tiene para no presentarse a los entrenamientos, de no llegar a la pretemporada. No es la forma de salir de Colo Colo después de todo el cariño que se le entregó”, estableció, por ejemplo. Gabriel Mendoza, campeón de América con el Cacique en 1991, justo el objetivo para el que los albos contaban con Peluca en esta temporada.

Sigue en El Deportivo