Después de que Juan Pablo Mohr, Ali Sadpara y John Snorri fueran declarados como fallecidos en Pakistán después de pasar varios días desaparecidos en el K2, la familia del chileno emitió una sentida carta, agradeciendo a todas las partes que se sumaron a la tarea de dar con el paradero de los montañistas.
“Las palabras jamás serán suficientes como para expresar el dolor que hoy enfrentamos”, comienza diciendo la misiva. “Aun así, cuando las operaciones de rescate en Pakistán han llegado a su término —sin querer ahondar en nuestros sentimientos—, ocuparemos nuestra voz como familia para dar las gracias, que para eso sí encontramos las palabras necesarias”.
“Gracias infinitas. Y gracias también sorprendidas. ¿Quién podría haber dimensionado antes a la gigantesca comunidad que surgió con el solo fin de apoyar y darle ánimos a Juan Pablo? Nosotros, ciertamente, no. Y es una sorpresa muy grata. Se oyó la voz de gente que lo conocía mucho, de cordadas, amigos y amigas. De quienes trabajaron con él en su Fundación. De conocidos de la vida. Pero hubo otros, tantos otros, que no lo conocieron, pero leyeron de sus hazañas, de su pasión y de su vida y se sintieron tocados por su historia”, continúa el texto.
“Ha sido un regalo y un aliciente en estos días saber cuánto amor y admiración generó nuestro querido JP. No saben —no tendrían por qué saberlo— lo importante que ha sido el cariño que cada uno de ustedes nos ha mostrado. Es eso lo que nos ha ayudado a mantenernos en pie durante esta búsqueda. Han sido esas demostraciones las luces que nos han guiado a través de las sombras más oscuras. Gracias, de corazón”, continúa la familia de Juan Pablo Mohr.
A su vez, agradecieron a las diversas personas e instituciones que se agruparon con el objetivo de encontrar a los montañistas en el K2.
“En un mundo convulso como el actual, vimos y vivimos debido a este lamentable hecho la unión de inesperadas fuerzas por un fin. El nivel de colaboración y trabajo en equipo ha sido, en todo momento, increíble. Estuvimos siempre en las mejores manos; lo supimos desde el primer día. Y ello, en días de tanta incertidumbre, nos dio tranquilidad”, reflexionan.
“Agradecemos en especial a los gobiernos de Chile, Pakistán e Islandia, que hicieron esfuerzos realmente gigantescos, en colaboración y con una generosidad extrema. Gracias también a al embajador Jorge Daccarett —por su compromiso y empatía—, a los ministros Andrés Allamand y Cecilia Pérez, al general Roberto Avendaño, a la Agencia Espacial islandesa y, muy especialmente, al Servicio Aerofotogramétrico de Chile, cuya impecable labor y trabajo sin descanso en pos de encontrar pistas de estos tres guerreros de las alturas fue reconocido y alabado por sus pares de Islandia y Pakistán”, siguen.
También destacaron a las personas que estuvieron presentes en la búsqueda y a las familias de los otros dos desaparecidos. “Gracias a Hassan Bin Aftad, Rao Ahmad, Moira Ahmad, Alex Găvan y Vanessa O’Brien. A las familias de John Snorri y Alí Sadpara, gracias e infinita fuerza”.
“Juanpa estaría orgulloso de ver a instituciones y personas tan disímiles trabajando en unidad, en equipo, con tanta garra y altura de miras. Creyendo en lo imposible. Ojalá el mundo, sin necesidad de situaciones dolorosas como esta de por medio, pudiera tener más experiencias de trabajo así”, apuntan.
“Damos gracias, por último, por el futuro. Un futuro que no pierda de vista el verdadero motivo detrás de cada paso de Juan Pablo. Un futuro que sabrá cumplir su legado: acercar las montañas y su cultura a la gente; potenciar el contacto con la naturaleza y celebrar el trabajo en equipo. Juan Pablo decía cada vez que podía: «Es en la montaña donde me siento vivo». Devolvamos hoy la mano a JP y, como país, démosle en retorno vida a las montañas. Abrámoslas, celebrémoslas, cuidémoslas. Un país con cultura de montaña es un país mejor. Y en honor a Juan Pablo, conocedores de la enorme fuerza que ha nacido en estos días, sabemos que podremos dárselo. Muchísimas gracias a todos”, se despide la familia Mohr Prieto.