La Serena retomó los trabajos colectivos. Es el tercer equipo en hacerlo después de Huachipato y Antofagasta. Los papayeros trabajan en cuatro grupos de siete jugadores, divididos en franjas horarias que parten a las 9 horas. Por el momento, ni siquiera pueden verse como plantel completo, pero aún así celebran el reencuentro con los compañeros y con el cuerpo técnico que encabeza Francisco Bozán.

“Esto es retomar un poco la normalidad. No empezamos con ejercicios fuertes ni mucho menos. La marcha es súper liviana. No teníamos un trabajo aeróbico adecuado en las casas. Entonces, hay que tomárselo con calma. Hoy hicimos trote, ejercicios localizados. Algo con balón, pero en las estaciones en las que estaba dividida la cancha. Trabajamos con implementos individuales. No estamos ni cerca de practicar fútbol”, relata a La Tercera el capitán granate, Rodrigo Brito.

Sin embargo, Brito se muestra feliz. Dice que la rutina que revive lentamente es un buen síntoma. “Levantarse e ir a la cancha ya te cambia. Te divierte, te desestresa. Es lo que a uno le gusta, tirar la talla con los compañeros, saber cómo están. El martes tuvimos el segundo examen de PCR. No hay positivos. Eso sirvió”, confiesa.