La singular Supercopa de España: el millonario minitorneo que se disputa en Arabia Saudita y tiene a Betis como protagonista

No es una exageración decir que Betis de Sevilla está en la elite del fútbol hispano. Así queda de manifiesto en la opción que tienen los andaluces de luchar por un nuevo título: la Supercopa de España.

Un trofeo que se disputa de 1982, cuando enfrentaba al campeón de LaLiga con el de la Copa del Rey. Sin embargo, desde 2020, la competencia sufrió un cambio sustancial en método, ya que ahora clasifica a los dos finalistas del campeonato copero y a los dos primeros del torneo liguero.

La alianza entre la Real Federación Española de Fútbol, RFEF, y el gobierno de Arabia Saudita permitió llevar el cuadrangular a Medio Oriente en el inicio del año calendario, gracias al pago de una cifra cercana a los 43 millones de dólares por temporada.

Pero el cierre del contrato suscrito entre el organismo ibérico y Sela (la empresa pública saudí encargada de los eventos deportivos) estuvo plagado de críticas desde su comienzo.

Uno de los principales objetos de debate es la aparición de Kosmos, la productora del exzaguero de Barcelona Gerard Piqué y que organiza la Copa Davis, como la intermediaria del proceso que llevó el cuadrangular a ese estado asiático.

Un acuerdo que anualmente reporta más de 4 millones de euros a la empresa del exdefensor de Manchester United, según los documentos expuestos por el diario El Mundo de España. Asimismo, el presidente de la federación Luis Rubiales se lleva un porcentaje menor (0,15%) de esta negociación, como parte de sus ingresos en el cargo.

Una controversia que quedó aún más viva cuando se filtraron audios de conversaciones entre el mismo Rubiales y Piqué, información que publicó El Confidencial, donde ambos negociadores zanjaban los valores que se repartirían en la competencia.

Pero esas cifras no han sido el único objeto del debate en la península ibérica. Otra de las cláusulas establece que la presencia de Real Madrid asegura 5 millones de euros de esos 40 que se lleva la RFEF, lo mismo que la clasificación de Barcelona.

En ese escenario, si los dos equipos más importantes de LaLiga no logran clasificar a este Final Four, el organismo que rige el fútbol hispano tendrá solo 30 millones de euros en su contabilidad.

Si bien el primer acuerdo establecía un compromiso hasta la temporada 2024-25, hace un par de años ese vínculo se extendió hasta 2029, bajo las mismas condiciones.

El elenco que dirige Manuel Pellegrini y que tiene al chileno Claudio Bravo debuta en esta nueva versión de la Supercopa. Un debut que, de alguna manera, le ha hecho pagar el noviciado a los andaluces en cuanto a la repartición del dinero.

Según la política impuesta por la RFEF, Barcelona y el Real Madrid ganarán 2,8 millones de euros sólo por participar (cerca de 3 millones cada uno), el Valencia se llevará 1,8 millones de dólares, mientras que el Real Betis será el club que menos cobre de cuatro: sólo 800.000 dólares, a pesar de su condición de actual campeón de la Copa del Rey.

El elenco albiverde debutará el jueves ante el Barça, en el estadio Rey Fahd de Riad, la capital de Arabia Saudita. Si vence en ese pleito, se llevará otro millón de euros (US$ 1,07 millones) y el derecho a enfrentar en la final al vencedor de la llave entre merengues y valencianos, que juega este miércoles en el mismo recinto.

El cuadro sevillano, si logra la primera Supercopa de su historia, sumará otro millón de euros en su caja. Eso, al margen de los 300 mil euros que ya recibió para el transporte y los hoteles.