Manuel Pellegrini tiene a la hinchada del Betis en el bolsillo. No es gratis. Con su trabajo, metódico como ha sido en toda su carrera, ha logrado insertar a los andaluces entre los animadores del fútbol español. Sin ir más lejos, aún está fresco el gran festejo de la última temporada: la obtención de la Copa del Rey, al derrotar en los penales al Valencia. Ese logro, que garantiza la participación de los albiverdes ya lo inmortaliza en el imaginario colectivo de los fanáticos.
El Ingeniero recibe un cariño proporcional al prestigio que le ha entregado al equipo que dirige. Y lo recibe genuinamente, de parte del afecto más desinteresado que tiene cualquier institución: el de los hinchas. Una prueba es lo que aconteció en la antesala del encuentro preparatorio frente al Zaragoza, que terminó en empate: Juanmi y Loren anotaron para los andaluces; Petrovic y Giovanni Simeone anotaron los tantos de los Maños. Claudio Bravo no participó en el encuentro.
La ovación
Antes del inicio del juego, mientras caminaba hacia el banco, Pellegrini recibió un significativo tributo. El trayecto fue acompañado de aplausos y el cántico que ha caracterizado el afecto que le han prodigado ya varias hinchadas españolas. “Manuel, Manuel, Manuel Pellegrini”, se oye entonar a los seguidores.
Pellegrini acoge el apoyo y devuelve la gratitud. Alza una mano en las dos direcciones en que se escucha el coro en señal de agradecimiento hasta que toma el lugar que le corresponde en la banca, aunque, esta vez, sin poder concretar su aspiración: llevar, otra vez, al Betis a la victoria.
Este sábado, el Betis tendrá la posibilidad de volver a ajustar piezas, ante un rival de mayor exigencia: se medirá con la Fiorentina, de Italia.