En Universidad de Chile intentan salir de la mala racha que los persigue. Quieren de lado los goles errados, olvidar todo lo negativo, de una vez por todas. En La Cisterna no quieren escuchar más las críticas que los tienen como uno de los peores equipos del campeonato. De lejos, e intentando no generar presión extra, miran estar en puestos de descenso. Hoy, en La Cisterna, solo piensan vencer a La Calera y cambiar la dinámica de las últimas semanas.

Es que en la U respiran optimismo. Sienten que la salida de Kudelka cambió, de alguna manera, el tenso ambiente. Es por esto que la concesionaria organizó un asado para hoy, en las dependencias del Centro Deportivo Azul, que reunió a los miembros de la mesa directiva, salvo los renunciados Carlos Heller y Pedro Heller, con la totalidad del plantel, con Alfredo Arias incluido. La hora de citación fue a las 13.30 horas. Duró cerca de dos horas.

El lugar utilizado fue el quincho que donó la familia Schapira, el hoy segundo máximo accionista de la institución, a un costado de la cancha principal de entrenamiento. Pollo, carne y chorizos era el menú. Se podía acompañar de ensaladas y bebidas dietéticas.

En el escenario elegido se dispuso de dos mesas largas, que recibió a todos los asistentes, en una distribución que resultó al azar. Arias se vio muy risueño, e incluso algunos futbolistas le pidieron que se luciera con alguna pizza, profesión en la que se desempeñó hasta antes de ser técnico, en Uruguay. Los dirigentes se sentaron a un costado de la mesa, mientras que Sabino Aguad, el gerente deportivo, compartió con los integrantes del plantel.

Durante el transcurso de la reunión de camaradería, José Luis Navarrete, el interino, tomó la palabra. Volvió a transmitir tranquilidad, y total confianza en el proyecto que se está llevando a cabo: "Hay que estar más unidos que nunca, muchachos. En los momentos malos es donde hay que estar unidos. Estoy seguro que ahora empezará la reacción azul. Quedan 72 puntos en disputa", dijo, muy firme y convencido.

Una de las grandes atracciones fue la provoleta que llevó para compartir el defensor Lucas Aveldaño. No hubo nadie que se restara de probar el queso que distribuyó el propio defensor argentino. "Tenía pimentón, era muy rico. Se pasó Aveldaño", dice un miembro del plantel, entre risas.

La U busca la normalidad. Las risas, pese al difícil momento deportivo, abundan. Saben que, ante Antofagasta, pese al resultado, hubo una mejoría. Ante La Calera, en un partido que promete una gran asistencia, los azules quiere enmendar el rumbo de una campaña que empezó como nadie esperaba.