Luego de 31 días y 64 partidos disputados, Francia se encaramó al cielo del fútbol ganando el Mundial de Rusia en una final que tuvo todos los elementos para dejarla instalada dentro de las mejores. Fue el punto culmine de un torneo estrafalario pero atractivo, que termina por catapultar a Les Bleus como los mejores, hasta Qatar 2022.

Hasta el Presidente Emmanuel Macron festejó como uno más la consagración, compartiendo en el palco con su par croata Kolinda Grabar-Kitarovic y el timonel de la FIFA, Gianni Infantino. Esa algarabía se tradujo, como era evidente, a las calles de Francia.

Los galos jugaron tres finales en las últimas seis ediciones de la Copa del Mundo, imponiéndose en dos. Solo falló en 2006, en definición a penales contra Italia en el Olímpico de Berlín.

Didier Deschamps, el tercero que se corona como el mejor del planeta siendo jugador y entrenador (se unió al grupo que integran Mario Zagallo y Franz Beckenbauer), supo conducir al éxito a una selección que consigue el bicampeonato 20 años después. Así, el combinado francés se metió a la lista de seis países que tiene más de una Copa del Mundo, junto a Brasil, Alemania, Italia, Argentina y Uruguay. Con una se quedan Inglaterra y España.

Francia se coronó fuera de su país, algo que ha sucedido en 15 de las 21 versiones del máximo certamen del balompié. Precisamente, los galos fueron los últimos anfitriones en ganar la copa. Por cierto, aumenta el dominio de Europa en cantidad de títulos. Ya son 12, contra los nueve de Sudamérica.

En el Estadio Luzhniki de la capital rusa se vieron situaciones inéditas para una final del mundo. En el mismo partido se vio el primer autogol en una definición (el de Mario Mandzukic) y el primer penal cobrado con la ayuda del videoarbitraje (la mano de Perisic, que conllevó en el 2-1 de Griezmann).

Además, el duelo de ayer rompió con la tendencia de que las finales se definieran más allá del tiempo reglamentario. Desde el partido entre Brasil y Alemania, buscando al monarca de Corea-Japón 2002, que una final del mundo no acababa en los 90 minutos. En 2006 fue mediante los penales, y en 2010 y 2014 se definió en el alargue.

Otro fenómeno que se estaba dando en las recientes finales del mundo era la escasez de goles, pero todo cambió ayer. La última final de la Copa del Mundo con al menos tres goles fue hace 20 años, en Saint-Denis. Los tres primeros tantos del partidos sucedieron en el primer tiempo, algo que no se veía en una definición desde 1974 (Alemania 2 - Holanda 1). Es la cuarta vez que una final tiene seis goles, la primera desde 1966, con idéntico marcador al de ayer, pero favorable a Inglaterra sobre Alemania. Franceses y croatas quedaron a una anotación de la final más goleadora. En 1958, hubo siete en la victoria de Brasil sobre Suecia.

La temporada termina siendo colosal para un jugador en particular: Varane. El zaguero del Real Madrid es el único que en 2018 levantó la Liga de Campeones y el Mundial, los trofeos más codiciados por cualquier futbolista. En el Mundial pasado, le sucedió lo mismo al alemán Khedira. Todo lo contrario le pasó al defensa balcánico Dejan Lovren, que perdió ambas finales.

Fue la sexta vez en que se enfrentaron franceses y croatas, segunda en Mundiales. Los azules se impusieron nuevamente, al igual que hace dos décadas. Y en ambas campañas levantaron la copa.