Santiago 2023 fue de sentimientos encontrados para Yasmani Acosta. Sin Mijaín López en la cita, el crédito local asomaba como favorito para ganar el oro, pero el sorteo lo emparejó rápidamente con el otro candidato, el cubano Óscar Pino, quien lo derrotó. Si bien, luego terminó obteniendo el bronce, no era lo que había ido a buscar. Además, no se vio en su cien por ciento desde el aspecto físico y sabía que necesitaba progresar bastante en varios aspectos si realmente quería cumplir su sueño de ser medallista olímpico, lo que finalmente terminaría consiguiendo en París.
“Yo creo que en los Panamericanos le faltó preparación, estuvo mucho tiempo en Santiago, creo yo. Ahora, la preparación que hizo fue notable. Se fue meses a entrenar afuera. Empezó en Cuba, después se fue a un Mundial, Croacia, después Bulgaria... La preparación fue súper buena, aparte estuvo entrenando mucho tiempo con Mijaín y con el turco. Entonces, el nivel que alcanzó fue muy bueno”, expone Andrés Ayub, exluchador y amigo del flamante ganador de la plata en la capital francesa.
Jorge Cancino, doctor en Ciencias del Ejercicio y líder del Gatorade Science Sports Institute de Chile, ha seguido muy de cerca la preparación del oriundo de Matanzas y explica cómo funciona el organismo frente a trabajos de preparación como el que realizó. “Un deportista de esa masa corporal efectivamente tiene que tener una alimentación que es muy por sobre las recomendaciones de la población en general. Esto implica tanto cantidad de kilocalorías como cantidad de proteínas diarias”, parte señalando.
“Normalmente ellos consumen sobre 2 gramos de proteínas por kilo de peso corporal. Eso da una magnitud de la cantidad importante de energía y que hay que además distribuir a lo largo del día y combinar con entrenamientos que muchas veces son en dobles turnos. Ahora, la exigencia de ese deporte es bastante particular porque si bien son algunos minutos que están en competencia, tienen posturas y posiciones estáticas en las cuales la fuerza que el atleta realiza está en muchas ocasiones cercana o en su máximo”, complementa.
Siguiendo esa línea, su alimentación contempla proteínas como carne, pollo, pavo, huevo y pescado, con el objetivo cumplir la dosis necesaria que se requiere para alimentar a un deportista de 1,95 metros y 130 kilos. Las verduras y los carbohidratos también son importantes. “De desayuno, me gusta mucho el yogur y cereal, con un pedacito de pan, a veces. Prácticamente un litro de yogurt”, contó en Zona Latina hace un tiempo.
Para él, la mayor fuente de proteínas eran de origen animal, llegando a comer cerca de 500 gramos de carne en una comida y más desde su llegada a Chile. “Almuerzo normal, priorizo un poco más las carnes, la proteína, y poco carbohidrato, pero con mucha más cantidad. Medio kilito de bistec, más o menos”, reveló en aquella ocasión.
Capacidad de recuperación
Dentro de las complejidades para adquirir una óptima condición, Jorge Cancino destaca la importancia de poder tolerar de buena manera el gran esfuerzo físico que demanda esta disciplina y que justamente ha sido uno de los aspectos claves en la mejoría de Yasmani: “Entonces, las posiciones efectivamente tienen un componente anaeróbico que es importante y eso hace que durante los episodios en los cuales no están haciendo posturas en las que están atados o tomados, como lo hemos visto, tengan tiempo de recuperarse. Y aquí muchas veces el que tiene esa mayor capacidad de recuperación para poder enfrentar una nueva demanda de alta carga o de alta fuerza, puede tener ventajas desde el punto de vista físico. Recordemos que es un deporte que tiene un componente técnico también importante”.