Curicó Unido y Universidad de Chile chocaban en La Granja con la necesidad de ganar. El local, seriamente comprometido con el descenso; y los azules, con la idea de mejorar la pálida imagen que ha dejado durante toda la temporada y que bajo el interinato indefinido de Esteban Valencia tampoco ha cambiado mucho. La torrencial lluvia que cayó en la Séptima Región tampoco ayudó a que el espectáculo fuera bueno. Sin embargo, la U se aprovechó de los nervios del dueño de casa y rescató una valiosa victoria, por 1-2, que además dejó a Martín Palermo con un pie y miedo fuera del club tortero.

En los primeros minutos el equipo anfitrión salió a presionar la salida de la U, que se mostró bastante incómoda. Para colmo de los estudiantiles, Pablo Aránguiz, el llamado a marcar la diferencia en su equipo, se lesionó el tobillo derecho y tuvo que abandonar tempranamente la cancha. Fue reemplazado por Gonzalo Espinoza.

A los 22′, los torteros tuvieron la más clara, luego de que Leandro Benegas habilitara a Fernando Coniglio, quien se perdió debajo del arco lo que era la apertura de la cuenta. El mismo delantero argentino tuvo otra más, a los 32′, pero la bola se fue apenas desviada.

El tridente de ataque azul compuesto por Franco Lobos, Joaquín Larrivey y Simón Contreras no logró desequilibrar en el periodo inicial. Uno que otro pique por las bandas no fue lo suficiente como para inquietar el arco local. Recién a los 38′, los laicos tuvieron su primera llegada. Un centro del Bati encontró la cabeza de Espinoza y el balón se fue apenas desviado.

Cuando se iba el primer tiempo, una imprudencia de Osvaldo González, quien derribó a Benegas en el área, le dio a Curicó la posibilidad de abrir la cuenta mediante un lanzamiento penal. Coniglio se paró frente al balón y no lo desaprovechó. Pateó ajustado sobre el palo izquierdo de un De Paul, que si bien adivinó el lado, no logró llegar.

La reacción

Apenas comenzado el segundo tiempo, los azules se encontraron con un obsequio. Una pésima salida del arquero Martín Perafán, quien se estorbó con Franco Bechtholdt, le permitió a Lobos anotar de cabeza y poner el empate, a los 49′. Pero eso no era todo. Una falla en la salida local, provocó el contraataque que dejó a la U en ventaja, apenas cinco minutos después. Mario Sandoval la robó, Pitu Contreras aguantó y Larrivey anotó con un precioso remate cruzado.

A los 70′, Benegas vio la roja, pero el juez Gustavo Ahumada lo corrigió tras ver el VAR. Acto seguido, el arquero azul Fernando De Paul fue a reclamarle al cuarto árbitro, ganándose la amarilla. La molestia del meta continuó y lanzó una botella, lo que derivó en la segunda amonestación y la consiguiente roja. Otra irresponsabilidad.

Con uno más, Curicó Unido se fue en busca del pórtico que pasó a defender Cristóbal Campos. En su primera salida, al joven cuidavallas se le soltó el balón en el área y casi se produjo la paridad. No obstante, luego se afirmó y no tuvo mayores problemas.

Con la victoria, la U trepó al sexto lugar, con 18 puntos, mientras que los albirrojos se hunden en la penúltima posición, con solo seis unidades.