La historia es así: Azul Azul había cerrado el plantel, o al menos los fichajes, con las llegadas de Marcos Riquelme y Osvaldo González. Sin embargo, lo visto el fin de semana pasado ante Palestino encendió las alarmas y obligó a Rodrigo Goldberg y Sergio Vargas, los líderes de la comisión fútbol de la U, a hacerle ver al directorio que era imperioso traer otro refuerzo. Y lo consiguieron.
Porque ayer, tras la reunión de directorio del cuadro estudiantil, se dio luz verde para buscar, en la medida de lo que aguante la billetera, a un nuevo jugador. Y si bien en la concesionaria ninguno de los consultados se aventura a dar el presupuesto que se visó para, según ellos, no inflar los valores de los futbolistas pretendidos, sí aseguran que buscarán un volante, pero que no ficharán por fichar.
Polaco y Superman ya habían pedido en otras dos oportunidades abrir la billetera, pero las dos veces se les fue negado. Ahora, con el reestreno en el torneo a cuestas y de vuelta el club a puestos de descenso, el miedo a la Primera B pudo más y la U saldrá otra vez a buscar.
Pronto fichaje
Por reglamento tiene plazo hasta la 18 horas del 22 de agosto, pero por convicción pretenden que se dé mucho antes que eso. La lectura que hacen en la cúpula es que si se va a gastar en un refuerzo, tiene que estar lo antes posible. Para que el dinero valga la pena y para que ayude cuanto antes a revertir la situación deportiva.
Alfredo Arias, por ahora, según advierten, está seguro en su puesto. Por ahora.