“Visibilizar y promover el cuidado al medioambiente”, ese fue el objetivo de la camiseta con la que Universidad de Chile salió al estadio Elías Figueroa de Valparaíso a enfrentar a Audax Italiano por la undécima fecha del Torneo Nacional.
Aquella camiseta alternativa, según publicó la escuadra laica en su página web, llevó “un especial estampado en el dorsal de cada jugador, con un original diseño y una tonalidad verde, que irá en compañía de la imagen del planeta Tierra”.
Si bien la intención fue buena, hay un aspecto de las bases del torneo de Primera División que dejaron a un lado y que fue consignado en el informe del árbitro Manuel Vergara.
Según detalla el artículo 36°, “las camisetas de los jugadores deben llevar estampado en la parte trasera, correspondiente a la espalda, un número de 25 centímetros de altura en un color que deberá contrastar visiblemente con el del uniforme y ser legible, tanto para los espectadores que asisten a los estadios como para los televidentes”.
Algo que para criterio del juez no se cumplió y escribió en su informe que “el color de los números de los jugadores de Universidad de Chile no contrastaban con el de su camiseta”.
Por esta situación la Universidad de Chile se arriesga a una multa de hasta 20 UF, es decir, cerca de $650.000, según lo estime el Tribunal de Disciplina.
Una situación que ya se ha dado en el fútbol chileno y que tiene a O’Higgins como protagonista en la primera fecha del Torneo de 2019 en el que se presentó con una camiseta rosada y cuyos números estaban formados por papas fritas con ketchup pues un local de comida rápida era su sponsor. Aquí, tal como ocurre con la U, el problema fue el contraste entre el color de la camiseta y el de los números.