Son tiempos de cambios en la U, otra vez. Hace menos de un año, Luis Roggiero llegaba con la misión de reencaminar a un club que parece haber perdido el rumbo. Sin embargo, diez meses después, todo lo construido por el ecuatoriano ya fue desmoronado. Su breve estadía en el CDA terminó siendo para el olvido.
Cuando culminó el partido ante Unión La Calera, el pasado 5 de diciembre de 2021, la U puso en las manos del ecuatoriano la confección del plantel edición 2022. Querían dejar atrás la magra campaña que los tuvo peleando el descenso hasta la última fecha y el hombre elegido para aquello tenía las credenciales que haber llevado a Independiente del Valle, un elenco desconocido de Ecuador, tras un proceso de seis años y medio, a codearse con los grandes de América.
Nuevos aires para Universidad de Chile, pero también para Roggiero, que por primera vez trabajaría fuera de su país. Pasaron los días y comenzaron las decisiones. El éxodo fue extenso, la salida más cuestionada fue de la Joaquín Larrivey, quien partió tras convertir 43 goles en 74 partidos. Una vez fuera el Bati y una lista larga de futbolistas, comenzaron las llegadas.
Hernán Galíndez, José María Carrasco, Ignacio Tapia, Álvaro Brun, Felipe Seymour, Israel Poblete, Luis Felipe Gallegos, Jeisson Vargas, Cristian Palacios y Ronnie Fernández fueron las incorporaciones azules. También arribó el entrenador Santiago Escobar.
Todos llegaron tras los análisis de Luis Roggiero. Hoy, a cinco meses del arranque de la competencia, dos de los refuerzos ya partieron, además del entrenador, cesado de sus funciones hace más de dos meses. Junto a ello, algunos mencionados han tenido poco protagonismo o bien lo han ido perdiendo. Solo Cristian Palacios, Ronnie Fernández e Israel Poblete se perfilan como titulares. En el caso de los atacantes, ninguno ha podido acercarse a la cuota goleadora de su antecesor.
Borrón y cuenta nueva
Santiago Escobar dirigió su último partido el 29 de abril. Derrota 2-0 de la U frente a Audax Italiano. De esos típicos partidos de ciclo desgastado, reflejado en las dos expulsiones que sufrieron los azules. Sachi partía del CDA con un pobre 33,33 por ciento de rendimiento en el torneo local. Además de una dañada relación con Roggiero, quien lo trajo a Chile para comandar el destino del renovado plantel.
Solo días después de la salida de Escobar, en Azul Azul confirmaron lo obvio: el ecuatoriano también se iba. Del cielo al suelo. Porque la expectativa que tenían en su trabajo era alta y el porrazo fue fuerte. Pero ya estaba. Ahora miraban hacia adelante y con ganas de borrar los recuerdos.
En el nombre a nombre, los jugadores que arribaron al CDA han tenido rendimientos irregulares. Ninguno ha logrado un pasar destacado. Vamos a las partidas. José María Carrasco fue presentado a inicios de enero con dudas por una lesión de rodilla que lo había alejado de las canchas durante gran parte del 2021. Sin embargo, fue el mismo jugador quien aseguró que llegaba en óptimas condiciones: “Era consciente de que se iba a dudar por ese tema, pero tuve una recuperación buena”, declaró en su presentación.
Si bien no tuvo problemas físicos, su rendimiento jamás convenció. Arrancó el torneo como titular, pero tras dos derrotas al hilo fue relegado al banco de suplentes en el Superclásico. Luego de la goleada de Colo Colo sobre los azules, retornó al equipo. No obstante, en el clásico universitario cometió un error que culminó en gol de la UC. Ese partido sentenció su paso por la U. Desde ahí sus apariciones fueron intermitentes.
Caso distinto es el de Hernán Galíndez. El golero recibió 22 goles en 14 partidos, pero poseía un alto porcentaje de atajadas también. No estaba contemplada una salida por rendimiento. Pero las cosas cambiaron durante el último mes.
A mitades de junio, el golero denunció estar siendo hostigado. Esto desembocó en que el mismo jugador quiera acelerar su partida del club, la cual terminó consumándose durante el último fin de semana. De esta manera, la U inició el segundo semestre sin Carrasco ni Galíndez, dos jugadores que llegaron bajo el alero de Roggiero.
El resto de las incorporaciones de inicios de año están puestas en duda. Ignacio Tapia ha jugado, pero ahora deberá luchar con Nery Domínguez por un lugar en la defensa. Álvaro Brun ha perdido protagonismo, no es titular desde el duelo ante Universidad Católica, siendo utilizado solo en los últimos minutos de contados enfrentamientos. Se prevé que perderá más terreno con la llegada de Emmanuel Ojeda.
Por otra parte, Luis Felipe Gallegos y Felipe Seymour siguen en la institución. Con mucha menos relevancia de la que ambos pensaron cuando tomaron la decisión de retornar al club laico. El ex Necaxa, que volvió por su perfil de polifuncional, no ha completado 90 minutos en toda la temporada. Mientras que el otrora jugador de O’Higgins fue fijo en la primera parte del año, pero, al igual que Brun, será relegado por Ojeda.
Distinta es la situación de Jeisson Vargas, quien no ha podido decir presente por lesión. Su continuidad deberá ser evaluada por Diego López una vez que se incorporé al cien por ciento.
Vuelven las comisiones
En lo estructural, las comisiones fútbol volvieron a la U tras la salida de Roggiero. Durante la estadía del licenciado en Economía en la Universidad de Wisconsin estaban cortadas. Las decisiones de contrataciones en el primer equipo las tomaba con un mecanismo que traía desde Independiente del Valle.
De todas maneras, el peso del ecuatoriano venía a la baja antes de su salida. A diferencia de lo sucedido a principio de año, cuando se le respetó la autonomía en el armado de la plantilla, una vez sentenciada la salida de Escobar, la idea Roggiero no fue tomada en cuenta.
El matemático no estaba de acuerdo en el interinato de Miranda y Michael Clark le hizo saber que la decisión ya estaba tomada. El ecuatoriano no tuvo otra opción que aceptar.
De esta manera, una vez fuera, en la institución se rearmaron los equipos de trabajo. La gerencia técnica de Azul Azul, encabezada por Manuel Mayo, eligió a los refuerzos que llegan junto a Diego López con para mejorar la imagen de Universidad de Chile en el segundo semestre.