En Universidad de Chile trabajan contra el tiempo. La concesionaria concentra sus esfuerzos en amarrar la petición de Hernán Caputto: un centrodelantero que acompañe a Ángelo Henríquez en los desafíos que se aproximan. La necesidad de cerrar rápidamente la contratación radica en la idea en que el refuerzo sume algunos días de trabajo antes del inicio de los partidos, que tendrá a los azules enfrentando a la Unión Española el próximo 17 de enero, por una de las semifinales de la Copa Chile, pendiente de 2019.
Lo cierto es que al interior de Azul Azul se ponen plazos. Hoy debe quedar sellado el nombre del nuevo atacante estudiantil. Ayer, durante el día, enviaron tres ofertas: Joaquín Larrivey, Hernán Barcos y Tobías Figueroa. Esperan recibir el "sí" de alguno de ellos, que permita iniciar las conversaciones con el club correspondiente para tener al futbolista la próxima semana en el CDA.
Joaquín Larrivey, el 9 de Cerro Porteño, corre con ventaja. Es el que más gusta y con quien más avanzadas están las negociaciones. "Joaquín hoy está en la pretemporada con Cerro Porteño. La U hizo una propuesta sobre la que no llegamos a acuerdo, pero mandamos una contrapropuesta que quedó muy cerca de arreglarse (...). De momento estamos muy cerca de lo que pretendemos para ir a Chile", dijo Daniel Do Reis, su representante, a Radio Cooperativa. El atacante de 35 años jugó el último año por los asunceños, con quienes disputó 39 partidos y anotó 14 goles.
El también transandino Hernán Barcos le sigue en la lista que manejan en el CDA. El ariete de 35 años jugó en 2019 en Atlético Nacional de Medellín, donde marcó 15 tantos en 48 encuentros.
Finalmente, Tobías Figueroa, quien tiene contrato con Antofagasta, cierra la terna. Las pretensiones de su club, sin embargo, frenan su arribo: "¿Si la U hizo una oferta por Figueroa? Sí, pero nada cerca de lo que se requiere. Tobías es un gran jugador", señaló Jorge Sánchez, presidente del cuadro Puma a La Tercera.
Montillo, la próxima semana
En tanto, el arribo de Walter Montillo se espera, a más tardar, el próximo martes en La Cisterna. Lo hará con su salvador, quien lo recuperó de las lesiones que lo tuvieron retirado del fútbol: Maximiliano Levo. El kinesiólogo de Tigre es apuntado como el gran artífice del momento del volante, quien llegó a ser elegido como el mejor jugador de la Superliga Argentina 2018-2019. Montillo no quiere despegarse más del profesional. A tal punto, que le pagará de su bolsillo para que venga a Chile y lo prepare para el desafío en la U. "Tuve un padrino bárbaro como Maxi Levo, el kinesiólogo del club. Él me dijo cuando me lesioné que su objetivo era que yo volviera a jugar y ni siquiera se tomó vacaciones para laburar conmigo. No le podía fallar a ese tipo… Y no le fallé", dijo la Ardilla a los medios argentinos.