Universidad de Chile consiguió quedarse en Primera División tras vencer angustiosamente a Unión La Calera, en Rancagua. Sin embargo, frente a la eventualidad de que el equipo de Cristián Romero no obtuviera un buen resultado ante los cementeros, Azul Azul había echado a andar el plan B para quedarse en la máxima categoría del fútbol profesional chileno.
Apenas horas antes del inicio de los partidos que dirimirían la permanencia, el club laico ingresó una denuncia en contra de Deportes Melipilla, a la que tuvo acceso El Deportivo. El oficio, tramitado por el abogado Javier Gasman contiene una serie de antecedentes que apuntan a presuntas irregularidades administrativas cometidas por los Potros en el transcurso de la actual campaña.
La acción fue interpuesta el sábado 4 de diciembre, a las 20.27 horas, y está acompañada de diversos antecedentes, entre los que figuran la declaración jurada que emitió Gino Valentini, ex gerente deportivo del club, que expuso una serie de conductas irregulares que el directorio de la ANFP no consideró suficientes como para ejercer una acción similar ante la Primera Sala del Tribunal de Disciplina, que encabeza Exequiel Segall. Una eventual investigación a partir de la denuncia de los universitarios, y sus conclusiones, podrían poner en riesgo la permanencia de los Potros en Primera División e incluso en el fútbol profesional. De paso, podrían dejar con vida a Huachipato, que este domingo bajó directo a la B pese a su victoria sobre el mismo Melipilla.
Las acusaciones
Valentini había expuesto que su desvinculación del club melipillano, en enero, se había producido por “no estar de acuerdo con la forma en que se manejaban los contratos de trabajo de los jugadores del fútbol profesional de dicho equipo”. Apuntaba directamente a la exigencia de dobles contratos, una práctica que está prohibida en el reglamento y que expone a sanciones que llegan hasta la desafiliación, la sanción más grave que contempla el ordenamiento jurídico del fútbol chileno.
El exfutbolista agregaba: “Durante los años 2019 y 2020, la gran mayoría de los sueldos se pagaban en negro y el responsable de hacer esos pagos era yo, personalmente. Todos los meses preparaba una lista con los pagos acordados por fuera de los contratos inscritos en la ANFP y con ese monto me dirigía ante los señores Leonardo Zúñiga y Carlos Encinas, que me entregaban un cheque por el monto registrado en la planilla de pagos en negro, cheque que procedía a cobrar en muchas oportunidades yo mismo, para así tener la plata en efectivo para poder realizar los respectivos pagos”.
“Todos los meses enviamos la información de pagos a la ANFP que era falsa, porque solo se incluía la información de los contratos oficiales y no el pago total que se les hacía a los jugadores. Esta adulteración la hacíamos porque sabíamos que no podíamos informar los pagos en negro”, manifiestaba.
Valentini sugería incluso eventuales arreglos de partidos. “Existió arreglo de algunos jugadores rivales en los partidos donde se disputó el ascenso ante Vallenar y Unión San Felipe. Yo presencié conversaciones en donde se explicó cómo se realizarían estas maniobras”, exponía.