La historia que partió un 30 de abril, en Concepción y con mucho público en las tribunas (sólo del local), se cerró 59 días después, en Santiago y a puertas cerradas. Todo gracias a la violencia. El Clásico Universitario 196 en Primera División fue para Universidad de Chile. Apelando al libreto que ha usado en todo el año, venció 3-0 a Universidad Católica. Sin brillar, golpeó en los momentos justos y administró. Efectividad pura.
Casi dos meses pasaron para que se pudiera finalizar un partido que encontró a ambos elencos con más semejanzas de las que uno podía suponer. Azules y cruzados llegaron empatados en puntaje y con la incertidumbre sobre si llegarán los refuerzos para la segunda rueda. Además, los dos equipos no contaron con sus principales armas ofensivas, descartados por situaciones médicas: Leandro Fernández y Fernando Zampedri.
Mientras la U no ganó después de la mentada suspensión en el Ester Roa Rebolledo, la reanudación del clásico fue el primer partido de la UC tras el extenso y cuestionado receso que partió por la mitad el desarrollo de la actividad oficial (se notó). Mauricio Pellegrino mantuvo la línea de tres que se vio, por ejemplo, en el choque con O’Higgins, cuando los laicos quedaron eliminados de la Copa Chile. El que sí se metió en el equipo fue Lucas Assadi, detrás de la dupla ofensiva Guerra - Palacios.
Por su parte, sin Ariel Holan (castigado), la UC tuvo en Franco Di Santo a su referencia de área, ante la ausencia de Zampedri, mientras que Brayan Rovira le hizo compañía a Saavedra en el mediocampo. Ninguno de los dos aprovechó su chance.
El partido se reanudó desde el minuto 31, con Matías Dituro saliendo desde su área, tal como quedó en Concepción. El breve lapso que se jugó, para terminar el primer tiempo, tuvo de inmediato un par de chances, una por lado. En los 33′, un cabezazo de Di Santo fue a las manos del portero Campos. En la acción siguiente, lo tuvo el Chorri Palacios.
Una de las variantes que dispuso Católica fue la posición de Daniel González. En ataque, la visita dejaba tres en el fondo, con el ex Wanderers de central por la derecha. Además, César Pinares se recostaba hacia la banda diestra para elaborar. Pero, en la faceta defensiva, González era el lateral derecho. Tal como se preveía, los dos elencos tocaban diferentes teclas para atacar. Si la UC era más de tenencia, con más toques de pelota para llegar al arco contrario, la U fue más de ataque directo, sin tanta elaboración. A los de Pellegrino no les incomoda ceder el control del balón.
Al filo del descanso, llegó el 1-0 de la U. Dicen que las penas del fútbol se pasan con fútbol. Así le pasó a Nicolás Guerra. El mismo que falló el penal que significó la eliminación de la Copa Chile, abrió la cuenta en los 45′. El delantero desvió con la cabeza un remate con la diestra de Marcelo Morales y le dio la ventaja a los azules. Por cierto, se trató del primer gol en un clásico en la primera rueda del campeonato (Colo Colo-La U y La UC-Colo Colo terminaron a cero). Así se fueron al descanso.
Hacia el complemento, la simpleza y el pragmatismo de Universidad de Chile logró atar a una Católica que no corría riesgos. La excesiva tenencia de la pelota le jugaba en contra. No sabían qué hacer con ella. Eso, sumado a la ausencia de Zampedri, porque Di Santo no entró en sintonía (los centrales rivales no le dejaban una), y que Alexander Aravena se perdía cargado a la derecha, como puntero. Dejar incómodo al hombre que te puede desequilibrar arriba fue un pecado para los cruzados.
En los 56′, llegó el 2-0 gracias a un remate desde fuera del área de Israel Poblete, que se metió en un rincón. Eficacia azul a toda prueba. Cualquier ventana que le abría la UC era aprovechada. Y como a la U de Chile no le molesta ceder el control, con dos goles de ventaja aquello se afianzó. Mientras tanto, la Católica pecaba de una pasividad sorprendente: si adelante no tenía ideas, las dudas atrás (con las arriesgadas salidas de Dituro) les hicieron pasar varios sustos.
Si mediante contragolpes, los azules se acercaron al área de Dituro, en el equipo de Holan el desconcierto se hacía notorio. El manejo del balón era inútil. Ni siquiera remataron con cierta claridad al arco de Campos, salvo por un intento de Mena en los descuentos. La excesiva búsqueda de centros no sirvió de nada. En la jugada final del partido, Darío Osorio, quien ingresó cerca del epílogo, hizo el 3-0 cerrando un contragolpe.
El resultado le permite a Universidad de Chile alcanzar los 26 puntos, a dos unidades de Cobresal y Huachipato, los líderes. Eso sí, los acereros tienen un partido menos, ante Magallanes.
Ficha del partido
U. de Chile 3: C. Campos; M. Zaldivia, N. Domínguez, L. Casanova; J. P. Gómez, I. Poblete, F. Mateos, M. Morales (90′+4′, Y. Andía); L. Assadi (85′, E. Ojeda); N. Guerra y C. Palacios (88′, D. Osorio). DT: M. Pellegrino.
U. Católica 0: M. Dituro; D. González, B. Ampuero, A. Parot, E. Mena; B. Rovira (67′, J. Ortíz), I. Saavedra; A. Aravena, C. Pinares, C. Cuevas (88′, J. F. Rossel); y F. Di Santo. DT: R. Valenzuela.
Goles: 1-0, 45′, Guerra, mete la cabeza tras un disparo de Morales; 2-0, 56′, Poblete, con un remate desde fuera del área; 3-0, 90′+6′, Osorio, finaliza una contra tras pase de Guerra.
Árbitro: F. Gilabert. Amonestó a Zaldivia, Morales (U); Saavedra (en Concepción), Parot, Rovira (UC).
Incidencia: El partido se reanudó en el minuto 31 tras la suspensión del 30 de abril, por incidentes.
Estadio Santa Laura. Sin público.
En cursiva, jugadores juveniles.