La U, made in USA: inversores de Estados Unidos participan en la oferta por Azul Azul
El fondo de inversión que busca comprarle a Carlos Heller el 63% de las acciones de Azul Azul suma capitales que llegan desde EE.UU., que hoy participan en la MLB y la MLS. Los potenciales nuevos controladores, donde también hay dineros chilenos, quieren inyectar US$ 5 millones exclusivos para fichajes y sanear las deudas de la concesionaria.
Si hay un nombre clave en el potencial desprendimiento de acciones de Carlos Heller en Azul Azul, ese es el de Michael Clark Varela. El empresario chileno aprovechó su dualidad de funciones como socio de Redwood Capital (asesor financiero de la venta) y como miembro del directorio de Sartor Finance Group (administradores del fondo de inversión que ofertó la compra), para proponer a este último grupo financiero el negocio a fines del año pasado. En Sartor se entusiasmaron, subieron inversionistas al carro y armaron un fondo privado denominado Azul Azul.
En ese fondo hay aportes de tres grandes sectores: Sartor, que aporta alrededor del 20% del dinero, mientras que del 80% restante, un poco más de la mitad será provisto por inversores estadounidenses y la otra parte por cinco empresarios chilenos, de los cuales cuatro son fanáticos de la U y el quinto un conocido hombre de negocios que no hincha por los azules y que busca aportar en la responsabilidad social. Conocedores de la negociación dicen que Heller sabe perfectamente que en el proyecto no hay nadie extraño o peligroso para el club.
En ese sentido, quienes llevan adelante el negocio se han ido enterando de pormenores de quienes llegarían a controlar al chuncho: quienes aportan capitales desde Norteamérica son socios de equipos de la Major League Baseball de ese país e incluso con participación minoritaria en otro elenco del fútbol de la MLS.
Justamente, al conocer desde bien adentro el funcionamiento de la actividad deportiva en la liga de fútbol estadounidense, el plan que pretenden replicar en la U busca emular a un club de la MLS, en el sentido de que en esas latitudes, cuando se postula a una licencia de un club, quien se lo adjudique debe tener un plan claro y conocido que tenga tres pilares: primero lo social, luego lo deportivo y por último lo económico. Y en ese sentido, el plan proyecta quedarse controlando a la U por un plazo de 10 años.
Los mismos conocedores de las tratativas dicen que en los planes de los futuros controladores está mantener a Cristián Aubert como presidente de la concesionaria. Señalan que los inversores chilenos tienen una muy buena evaluación de él. Y que el hecho de que desde este mes el actual timonel estudiantil haya pasado a cobrar una remuneración por sus funciones ejecutivas tiene directa relación con este proceso de transición que se le viene a la U. Si la venta se lleva a cabo, varios directores dirán adiós, pero él se mantendrá a la cabeza.
Dirigentes de Azul Azul como Mario Conca, Gonzalo Rojas y José Luis Navarrete están más fuera que dentro de la mesa y los directores deportivos Rodrigo Goldberg y Sergio Vargas también corren peligro.
Y es que la idea de los posibles nuevos máximos accionistas de la tienda laica es mostrar continuidad. No buscan, en ningún caso, barrer con todo. En su visión del nuevo directorio está la intención de mezclar a gente de fútbol con otros que sean expertos financieros. Incluso, alguno de los nombres que aportan dinero al fondo de inversión evalúan su opción de sumarse a la mesa que control la concesionaria estudiantil. Lo que sí está zanjado, en caso de que la negociación llegue a buen término, es que los ejecutivos de Sartor no se postulen a algún puesto de mando en el club. Eso fue parte de un pacto de administración.
El potencial arribo de nuevos aires al Centro Deportivo Azul también traerá consigo recursos frescos que entusiasmarán a cualquier fanático del Romántico Viajero: con la idea de no pasar por nuevas dificultades en el corto ni mediano plazo, los nuevos inversionistas quieren apostar fuerte y entrar con todo, por lo que tienen decidido que, si el negocio se concreta el próximo viernes, le inyectarán US$ 5 millones a las arcas de Azul Azul (además de sanear los 7.000 millones de pesos de deuda actual). Así lo indican voces que están muy encima del proceso que se vive actualmente en la U. Estos millones, agregan, serán destinados exclusivamente a potenciar el primer equipo. La idea es potenciar en serio al actual sublíder del campeonato nacional.
En ese sentido, como una forma de adelantar trabajo pensando en que Heller finalmente aceptará vender sus acciones, se ha explorado en la opción de un posible nuevo cuerpo técnico. Aunque esto último es una idea preliminar.
El negocio se debería cerrar en US$ 14 millones, según datos entregados desde la negociación, y la fecha tope para que Heller entregue su respuesta definitiva sigue siendo el 25 de septiembre. Es decir, dentro de una semana el empresario chileno debiese estar concretando la venta. Eso al menos creen los conocedores de la operación. Es más: ya hay un acuerdo inicial y si Heller termina por arrepentirse, se arriesga a pagar una multa de alrededor de US$ 140.000. Este castigo económico, sin embargo, es negado por cercanos al empresario.
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