La U necesita ponerse de pie
Apedreado desde fuera y por algunos referentes, Hoyos debe sortear el tsunami que arrasó el CDA. Los azules visitan al aproblemado Cruzeiro obligados a lavar la imagen.
Dos equipos en crisis, con técnicos cuestionados y con la Copa Libertadores como gran tabla de salvación para este primer semestre. El presente de Cruzeiro y la U tiene muchas similitudes, aunque pareciera ser que lo del cuadro brasileño tiene, hasta antes del duelo de esta noche en el Mineirao, aún más tintes negativos. De hecho, el equipo de Belo Horizonte acumula cuatro partidos sin ganar, apenas convirtió un tanto en esos encuentros y suma dos puntos en el torneo continental. Y por si fuera poco en las dos primera fechas del Brasileirao sólo conoce de derrotas. Peor, imposible
Claro que todo aquello no se compara con la semana que vivió el cuadro de Hoyos en la previa de este partido. Sobre todo el técnico. Si la derrota en el Superclásico abrió una herida grande al interior del camarín, el 6-1 que le propinó La Calera dejó a todos contra las cuerdas, especialmente al transandino, que curiosamente hasta hace apenas dos semanas parecía estar viviendo una segunda luna de miel en el club. Apedreado desde fuera y también por algunos referentes, el entrenador deberá ser capaz de sortear este tsunami que arrasó el CDA. Lo normal es que no sobreviva a una derrota.
Lo cierto es que más allá de los matices, el compromiso de hoy tiene mucho de oxígeno para el que gane, pero sobre todo mucho de catastrófico para el que acabe derrotado. Aunque recién es la cuarta jornada del Grupo E, de un total de seis, todo indica que el segundo puesto estará en juego en el Mineirao, toda vez que Racing de Avellaneda, el actual líder de la serie, corre con el favoritismo para quedarse con el primer puesto.
Precisamente, por la urgencia de los puntos, es que al menos desde el punto de vista del juego, se anticipa un Cruzeiro mucho más protagonista que el que se vio la semana pasada en el Nacional. El empate le sirve de muy poco en sus aspiraciones para clasificar a la siguiente ronda, entonces todo el pragmatismo y desprecio por el balón que exhibió en Ñuñoa debiese dar paso a un equipo más ofensivo. En definitiva, más cerca de la esencia del fútbol brasileño.
En ese escenario, sin la obligación de llevar el peso del partido, en la U planificaron un partido muy similar al que planteó en el estreno del grupo, ante Vasco da Gama. La idea de Hoyos, quien no se podrá sentar en el banco de suplentes por una suspendión de la Conmebol, es recuperar esa agresividad extraviada en los últimos partidos, apelando a la memoria de lo hecho aquella noche en el Sao Januario. Eso sí, más allá del complicado presente, Cruzeiro tiene más y mejores variantes ofensivas que el cuadro carioca, por lo que los azules no se pueden permitir errores defensivos como los que se vienen cometiendo últimamente.
Mucho ayudan al técnico argentino los regresos de Jara y Beausejour, quienes superaron sendas lesiones para volver a la titularidad. La presencia del zurdo es clave para tener agresividad e intensidad tanto en la recuperación como en el desdoblamiento ofensivo por el costado izquierdo. Lo del defensor, además de darle mayor solidez a la última línea, asegura una salida más prolija desde el primer pase.
"Hay que creer en el trabajo y en el plantel que tenemos porque es una competición hermosa y un partido de mucha historia. Mis sensaciones son muy positivas porque tenemos jugadores de mucha trayectoria", insistió David Pizarro, uno que será titular en el Mineirao, en la previa del partido.
Así, más abocados en las virtudes que recordando las últimas dolorosas derrotas, la U se mentaliza para su primera final en este Grupo E. Sin tiempo para lamentos por los traspiés recientes y convencidos de que la versión internacional da para ilusionarse, los azules pretender dar pelea en el Mineirao. Para sacudirse de la depresión local y dejar en claro que en la Copa soñar está permitido.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.