La U no tiene respuestas

Azules

Los azules cayeron en su estreno en el torneo 2018 ante Unión Española y agudizaron la crisis futbolística que se viene arrastrando desde el año pasado. Los refuerzos no asomaron y el equipo volvió a mostrar enormes fallas colectivas.



El tiempo juega en contra de Hoyos. Y el fútbol, todavía más. A esta altura, el técnico transandino tiene poca defensa y no sólo por la falta de hombres de jerarquía en el fondo. Simplemente, no parece encontrarle la vuelta a una situación que quedó en evidencia el pasado semestre y que esta vez quedó retratada en el estreno del campeonato frente a Unión Española. Los rojos, sin hacer un gran partido, se llevaron el botín desde el Nacional, aprovechando las enormes licencias que ofreció el cuadro universitario.

A esta altura, las explicaciones sobran, sobre todo tomando en cuenta la calidad del plantel que tiene Hoyos a su disposición. Las palabras de buena crianza ya no parecen surtir efecto y lo preocupante es que la idea no se altera con respecto al año pasado. Y las derrotas de la pretemporada se trasladaron ahora al torneo oficial, con el agravante de que en poco tiempo más arranca la Copa Libertadores, el gran examen para los azules.

Mientras la U apelaba a la posesión y al traslado sin explosión, tomando en cuenta las características de Pizarro y Lorenzetti, Unión aprovechaba cada error en la salida para cortar y salir rápido en velocidad hacia campo contrario. Una y otra vez, tanto Méndez como Dávila sorprendían en campo rival ganando terreno y generando superioridad numérica sobre el fondo azul. La lectura parecía simple, pero no por ello menos efectiva, ayudaba por la parsimonia de Hoyos de no mover rápido las fichas. Ni siquiera el par de minutos que tuvieron los equipos para hidratarse alteró el plan original del técnico universitario, que una vez más se vio sobrepasado tácticamente por el rival.

Afortunadamente para la U, ese dominio del juego ejercido por el elenco hispano, no tanto desde lo posicional, pero sí en cuanto al convencimiento de cómo hacer daño enfrente y anular las piezas importantes del rival,no se vio reflejado en el marcador. En parte, por la mala toma decisiones de sus delanteros en el remate final como por la buena actuación de Johnny Herrera. El arquero evitó con un par de intervenciones sendos goles rojos, haciendo olvidar en parte su grueso error en la apertura de al cuenta de la visita, al apurar mal la salida con un saque con la mano.

Aquella falta de finiquito de los dirigidos por Palermo le permitió a la U seguir con vida en el partido. Más allá de haber conseguido la igualdad justo en el cuarto de hora, a través de Pinilla, quien convirtió desde los 12 pasos por una infracción de Pavez sobre Rodríguez, el cuadro azul no podía hilvanar jugadas de riesgo. Aislado Soteldo y muy lejos del área los volantes de generación, todo quedaba supeditado a algún arresto individual de Pinigol, que siempre estuvo bien custodiado por Pizzorno y Ampuero.

Tanto esfuerzo de los volantes rojos en el primer tiempo les pasó la cuenta en el complemento. Entonces, el partido comenzó a jugarse más cerca del área del Mono Sánchez. Aránguiz y Carrera no participaban del juego de su equipo y los volantes centrales ya sólo corrían para ayudar en la última línea. Ahí creció la U, más por pundonor que por poderío colectivo. Los ingresos de Arancibia y Schultz le dieron más profundidad al equipo. Incluso se creó un par de chances claras, con Pinilla estrellando un tiro en el travesaño y Rodríguez desperdiciando un gol en plena área chica. Parecía que era cuestión de tiempo el desnivel en favor del local.

Pero una vez más una desatención defensiva le terminó costando caro a la U. Un centro desde la derecha de Pavez encontró destapado, sin marca, a Figueroa en el segundo palo. El argentino no tuvo problemas para decretar el 1-2, ante la mirada compasiva de Schultz, quien ni siquiera atinó a molestarlo en el salto.

Ahí quedó sentenciado el partido. Quizás demasiado premio para el cuadro hispano, que debió sacar ventajas en el primer tiempo y se encontró con ese gol de Figueroa en el tramo final. Para la U, un duro cachetazo en el peor momento de Hoyos, que ahora tendrá que demostrar si es capaz de levantar un barco que comienza a mostrar grietas por todos lados

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