Las irregularidad de Universidad de Chile ya parece una costumbre. Una mala costumbre. El equipo azul estuvo al borde del descenso en 2019, el año pasado nuevamente lidió con el fantasma de la B y ahora marcha en la medianía de la tabla además de ser eliminado por Fernández Vial de la Copa Chile.

Sin embargo, el León no está muerto. Tiene a un hombre con hambre de gloria y dispuesto a llevarlo a la cima. ¿Su nombre? Joaquín Larrivey. El delantero formado en Huracán apareció cuando los estudiantiles más lo necesitaban y con su doblete no sólo enrieló el camino de su equipo en el Torneo, también se sacó la espina de ser borrado de la otra competencia local.

Celebraciones que lo consagraron como el mejor delantero del Romántico Viajero, desde que Felipe Mora fue vendido a México por casi tres millones de dólares. El entonces hombre de Audax Italiano llegó al CDA en 2016 y se fue al año siguiente con el título del Clausura. Eso sí, antes infló las redes 20 veces y logró un promedio de 0,667 goles por partido (defendió 30 veces a la U).

Cifras similares a las que ostenta el transandino, quien en dos años -pero con un equipo que no marcha bien- ya lleva 30 abrazos en 51 partidos jugados (promedio 0,588) y se ha inscrito con siete de los nueve tantos que ha marcado su escuadra en este campeonato.

Pero lo que más llama la atención en la comparación de ambos futbolistas es que Mora y Larrivey han tenido su mejor desempeño en el segundo Torneo Nacional que disputaron con los azules: Felipe marcó 13 veces en 15 juegos (0,867) y levantó el Trofeo. En tanto, como ya lo dijimos, lleva 7 dianas en 10 pleitos (0,7) y declaró que “quién juegue en la U y no se ilusiona con pelear el campeonato, es mejor que no juegue en la U”.

La presión a la dirigencia

En lo único que está al debe, el nacido al otro lado de la cordillera es en competencias internacionales. En los cuatro juegos de Libertadores que participó, no logró inflar las redes.

Quizás por lo mismo, quiere otra chance y ya avisó a la desconocida dirigencia de Azul Azul que desea permanecer en la institución por al menos un año más. “Uno siempre se ilusiona con quedarse y quiero seguir jugando. Las ganas de jugar le ganan por goleada a la de ser entrenador, si no es aquí será en otra parte. Tengo tiempo para seguir disfrutando del fútbol, pero ojalá que sea aquí. De lo contrario, me iré muy agradecido”, aseveró en la pantalla de TNT Sports.

Larrivey tiene 36 años y por ahora es la única carta fija en el equipo de Esteban Valencia, el cual aseguró: “El objetivo que se habló con los jugadores es enrielar la campaña y meternos de a poco en los primeros lugares. Estamos buscando a los intérpretes adecuados. También estamos viendo el mejor sistema. Estoy muy satisfecho con el rendimiento de los jugadores que no venían actuando, pero eso hay que ratificarlo”.

Y para ello el Huevo tiene a Joaco, un goleador de los que no se veían desde los tiempos de Mora.

Sigue leyendo en El Deportivo....