La Copa Libertadores está llena de partidos bravos y la parada en La Plata era uno de esos desafíos que ponen a prueba para qué está un equipo a nivel internacional. Un reto que la U asumió de la mejor manera, clavando un triunfo fundamental en sus aspiraciones de avanzar de ronda. El 2-1 conseguido ante Estudiantes en Argentina fue una demostración de autoridad que la pone en la mira de todo el continente.

Las cosas comenzaron muy para los azules. Apenas habían transcurrido tres minutos, cuando una salida dubitativa de Gabriel Castellón dejó el balón picando en el área y Ezequiel Piovi aprovechó para colocarla en el ángulo con un globo perfecto.

A pesar de la inoportuna situación, los azules tuvieron el coraje para sacudirse inmediatamente. Y lo hizo a través de la jerarquía de Lucas Di Yorio. El delantero argentino aprovechó los espacios y encaró a Ramiro Funes Mori, quien ingenuamente dejó el pie estirado y derribó al goleador. El juez paraguayo Derlis López no dudó en cobrar la pena máxima.

Un minuto después, Charles Aránguiz se paró frente al balón. Como en los viejos tiempos, sin tomar carrera, colocó su disparo a la derecha del arquero Matías Mansilla para igualar las acciones y darle un poco de tranquilidad a su equipo.

A los 10′ esa tranquilidad se convirtió en euforia, pues tras un córner desde la derecha de Matías Sepúlveda, Matías Zaldivia conectó una media chilena y puso el 1-2 en el estadio Uno ante la mirada atónita de los hinchas locales y la algarabía de los más de 2.500 que viajaron de este lado de la cordillera.

De ahí en adelante, un nuevo partido comenzaría. La U tuvo que ponerse el overol, tal como lo hizo ante Botafogo, para contener los ataques del cuadro pincharrata. Ahí el bloque de Zaldivia, Franco Calderón y Nicolás Ramírez se hizo enorme para aguantar las embestidas. Mientras que Israel Poblete fue importante con su despliegue en el medio para acompañar al notable Aránguiz y al criterioso Marcelo Díaz.

Asimismo, se encontró con algunos espacios y pudo liquidar el pleito en el primer tiempo, de no ser por la brillante tapada de Mansilla a un remate de Di Yorio en el área. Mientras que el local dejó ir el empate a los 35′, después de que Tiago Palacios elevara solo en el área tras un gran pelotazo de José Sosa.

La jerarquía azul

En el segundo lapso, los pupilos de Gustavo Álvarez adelantaron un poco las líneas en el inicio para presionar la salida del local, lo que les produjo bastantes complicaciones. Las transiciones rápidas y la cercanía de sus líneas hicieron de los universitarios una escuadra muy peligrosa.

Con el correr de los minutos, el DT echó mano a la banca para refrescar al equipo. Así fue como mandó a la cancha a Gonzalo Montes por Díaz para conservar el equilibrio en la mitad de la cancha.

El local con más ganas que buen fútbol se empezó a aproximar en busca del empate. Eduardo Domínguez hizo ingresar al goleador colombiano Edwuin Cetré y Lucas Alario para poner mayor presencia en el área. Pero Álvarez respondió con Leandro Fernández y Javier Altamirano.

Los instantes finales estuvieron llenos de emoción. La U pudo aumentar con un remate de Fernández y el dueño de casa obligó al lucimiento de Castellón. El propio Lea tuvo el de la tranquilidad, a los 88′, sorprendiendo a un adelantado Mansilla. La bola, caprichosamente, dio un bote alto justo antes de entrar.

El marcador no se movió y la U consiguió su tercera victoria en Argentina por la Copa Libertadores y la primera en 12 años, curiosamente también 2-1 ante Newell’s y con Charles Aránguiz también anotando de penal. De paso, lidera el Grupo A, con seis puntos, y comienza a mirar de cerca los octavos de final.