Con la tarea prácticamente resuelta luego del contundente triunfo por 1-4 logrado hace una semana en La Portada de La Serena, la U recibía en el Nacional al conjunto papayero en el encuentro de vuelta de la segunda fase de la Copa Chile. Un partido con tintes de intrascendencia en el que decidió no guardarse nada Frank Kudelka, entregando al menos ese aliciente a los cerca de 20.000 esforzados hinchas de la escuadra laica que se dieron cita en la fría noche ñuñoina.
Pero pocas conclusiones pudieron extraer probablemente los fanáticos azules de un primer tiempo a grandes rasgos romo, demasiado friccionado en los compases iniciales y que concluyó sin goles. Buenas sensaciones dejó, en el capítulo de los puntos altos del equipo, un hipermotivado Francisco Arancibia, que exhibió zancada por el costado derecho y que aunque tomó algunas decisiones poco acertadas en los últimos metros, volvió a alardear de un rendimiento ascendente.
Tampoco se escondió, en honor a la verdad, Deportes La Serena, que tenía poco que perder en Santiago –es cierto- pero que salió a buscar el partido desde el pitazo inicial y que a punto estuvo de estrenar el tanteador en un cabezazo de Pol que se marchó lamiendo el poste.
La posesión del esférico fue, sin embargo, de la U, que dispuso de las mejores oportunidades para abrir la cuenta en el primer acto (desaprovechadas por Pinilla), pero que sufrió demasiado para superar con claridad la primera línea de presión del conjunto serenense durante algunas fases del partido. Un penal no cobrado tras un claro derribo de Campusano sobre Arancibia, cuando languidecía el primer tiempo, pudo cambiar el sino del encuentro, pero el marcador no se movió.
Sí que se movería, finalmente, con la llegada de la segunda mitad, una fracción en que la U (que jugó en superioridad numérica durante la última media hora por la expulsión del visitante Rojas) ofreció una imagen mucho más sólida elevando el nivel de su juego. Mauricio Pinilla, de taco en el 67 y tras asistencia del incombustible Arancibia, hizo el 1-0; y Lorenzetti (con la inestimable colaboración de Brito, que acabó firmando un autogol) sentenció el duelo cinco minutos más tarde, tras deshacerse del arquero Zacarías López con una gran maniobra individual.
Ante la atenta mirada de Luis Marcoleta, el nuevo DT papayero, presente por cierto en la tribuna del Nacional, La Serena trató de maquillar el resultado final con la consecución del tanto de la honra, que mereció largamente pero que jamás llegó a materializarse.
Sí que se materializó, en cambio, el segundo triunfo de la era Kudelka y la clasificación con holgura y pasajes de buen juego del equipo universitario a los octavos de final de la Copa Chile, donde aguardará el vencedor de la llave entre O'Higgins y Colchagua, que parte mañana.