Bajo un magnífico ambiente que aportaron las cerca de 12 mil personas que llegaron al Estadio Santa Laura, Santiago Morning y Universidad de Chile definieron al nuevo campeón del fútbol chileno, en un encuentro de pronóstico incierto, más allá de la hegemonía de las bohemias, quienes habían conseguido las últimas tres coronas, la más reciente hace un año, cuando derrotaron 2-0 a las azules en Viña del Mar, por lo que el duelo en el recinto de la Plaza Chacabuco aparecía como la gran oportunidad para las azules de tomarse revancha de lo sucedido. Y así fue. Jugando un duelo redondo, las dirigidas por Carlos Véliz se impusieron por 2-0 y cortaron la enorme hegemonía de sus rivales.
El partido fue muy táctico desde un inicio. Por un lado, el cuadro microbusero apostó a explotar la velocidad y la potencia física, pero no contaban con la presión alta que plantearon las estudiantiles. Durante todo el primer tiempo, las volantes de contención mordieron la salida de la escuadra conducida por la española María Pry. A pesar de tener esa ventaja, la U no lograba resolver las jugadas en los últimos metros. Un remate de Yael Oviedo, que manoteó al córner la arquera Gabriel Bórquez, fue lo más claro (23′). Mientras que en contraparte, un remate rasante de Yenny Acuña fue lo más inquietante de las defensoras del título (30′).
Cuando la primera parte parecía que se iba sin movimientos en el marcador, Constanza Vázquez perdió el balón en la mitad de la cancha. Rápidamente, la venezolana Bárbara Sánchez recibió el balón por el sector izquierdo, para encarar a Ámbar Soruco y sacar un remate angulado al segundo palo, que dejó sin ninguna opción a la arquera de Santiago Morning. Corría el minuto 39 y las azules recibían el premio que tanto buscaban.
En el complemento, las bohemias salieron en busca de la igualdad, pero nuevamente se encontraron un planteamiento muy inteligente del conjunto laico. Además, aprovecharon a la perfección los espacios para clavar la segunda estocada. Así llegó el minuto 57. La paraguaya Rebeca Fernández habilitó magistralmente a Sánchez, quien terminó siendo derribada por Bórquez. La jueza María Belén Carvajal no dudó en cobrar el penal, que 90 segundos más tarde transformó en gol Ana Gutiérrez, con un formidable derechazo rasante y ajustado.
A pesar del 2-0, las de Pry intentaron cambiar su suerte con el ingreso de Valentina Navarrete, lo que les dio mayor control del balón, creándose claras oportunidad de convertir, pero justo ahí emergió la categoría de Natalia Campos. La arquera le contuvo un cabezazo de Acuña (64′) y luego le sacó un remate a quemarropa de Laura de la Torre (67′).
La solidaridad del equipo de Véliz se notó en cada jugada; todas las integrantes se multiplicaban para cubrirse unas con otras en las tareas defensivas, mientras afuera de la cancha la mayoría del numeroso público que llegó hasta Independencia alentaba sin parar a sus ídolas, dándole un marco tremendamente emotivo al logro, que se les venía negando desde 2016.
Las leonas aguantaron los embates de las microbuseras en los minutos finales y supieron coronar una extraordinaria presentación, consiguiendo el segundo título de su historia y confirmando con logros el proceso iniciado hace un par de temporadas.
La emoción se apoderó de cada una de las integrantes, que hace un año masticaban la frustración de no haber podido lograr la corona y que hoy por fin tuvieron su soñada revancha después de un largo camino que tuvieron que recorrer y que empezó el mismo día de esa derrota dolorosa en Sausalito, cuando en la misma cancha y mientras se secaban las lágrimas de tristeza, se juramentaron luchar por el premio mayor. La arenga liderada por Carla Guerrero (actualmente, recuperándose de una grave lesión) caló hondo en el plantel y también en los hinchas que las acompañaron a lo largo de toda la campaña.
La U inicia una nueva era en el fútbol femenino chileno y nadie les puede quitar a sus jugadoras el derecho a soñar con objetivos todavía mayores.