La Universidad de Chile ya trabaja en la conformación del plantel para hacer frente a 2020, un año en el que deberán bregar más de la cuenta para hacer olvidar a sus fanáticos la magra campaña de 2019, que los tuvo todo el año conviviendo con la amenaza del descenso.
Por ahora no hay nombres nuevos, eso sí. Más allá de la intención directiva de sumar lo antes posible nuevos elementos, por ahora la escuadra que adiestra Hernán Caputto solamente ha acumulado bajas con miras a la próxima temporada. Y en ese sentido, el cuadro universitario se ha vaciado de futbolistas formados en su cantera, lo que va en contra de su propio proyecto de contar con la mayor cantidad posible de jugadores de sus divisiones inferiores en el primer equipo.
Durante el último año la U perdió al volante Yerko Leiva y al arquero Gonzalo Collao, dos de los que eran considerados buenos proyectos del club, pero que no encontraron las condiciones que requerían por lo que terminaron marchándose prematuramente del Centro Deportivo Azul, y sin reportar ganancia alguna. La misma situación enfrentaron Rodrigo Echeverría y Johnny Herrera. Los dos finalizaron sus vínculos y no fueron renovados. Se van también sin dejar rédito para las alicaídas arcas del cuadro azul. En el caso del defensor, las negociaciones por extender su permanencia se acabaron la noche del miércoles.
Antes de todo eso, además, los laicos habían dejado partir de sus series menores al argentino Valentín Castellanos, acaso el jugador con más proyección de la institución. El transandino, hoy de de 21 años, nunca tuvo opciones en el primer equipo, sin embargo, no hizo más que destacar desde que dejó el club chileno. Actualmente milita y destaca en el New York City de Estados Unidos, y es seleccionado argentino sub 23.
Por ahora, en tanto, permanecen en el equipo como eventuales titulares únicamente Ángelo Henríquez y Camilo Moya. Sigue también Nicolás Guerra que, con un rendimiento irregular este año, se perfila, a lo más, como una alternativa. Lo mismo que Cristóbal Campos, que fue anunciado como meta suplente de Fernando De Paul.
Entre los jugadores que pululaban en otros equipos en calidad de cedidos, la U ya perdió al zaguero central Nicolás Ramírez. El defensor actuó en Huachipato durante el último campeonato y permanecerá en el sur, pues los acereros harán uso de la exigua opción de compra que mantenían por él, fijada en un monto inferior a los 500 mil dólares, fijado en medio de la negociación de los laicos por Gabriel Torres, donde se allanó el préstamo del joven central. Negocio fallido.
Franco Lobos y Esteban Valencia, mientras, dejarán La Calera para volver a la U en la próxima pretemporada, sin tener claro, sin embargo, si serán considerados o no por la cúpula técnica, como sí será el caso de Lucas Alarcón. El joven defensor de 19 años está muy bien evaluado por todos los estamentos del equipo y está próximo a firmar su primer contrato profesional.